De las diez esquinas donde hay más accidentes de tránsito en los que se hay involucrados peatones, en todas hay un fuerte tránsito de colectivos, y la mayoría son cruces de avenidas. La más peligrosa: la de Lima y Brasil, en Constitución, donde hubo 32 víctimas, un 10% del total. Así lo indica un informe de la Defensoría del Pueblo porteña, en base a datos de Policía Federal, al que tuvo acceso el diaria Clarín.

La esquina más peligrosa es el claro ejemplo de la situación más riesgosa para los peatones: cruzar por donde circulan muchos colectivos. En esa esquina de Constitución se mezcla la imprudencia de los choferes con el descuido de los peatones.

Otra de las esquinas destacadas es la de 9 de Julio y San Juan. Si bien ocupa el séptimo lugar entre los cruces más peligrosos para los que andan a pie, es la segunda esquina donde hubo más accidentes en general el año pasado. Allí, además de colectivos, hay muchos accidentes con vehículos que suben o bajan de la autopista 9 de Julio.

El problema con los accidentes donde hay peatones involucrados es que en general son muy violentos, y terminan con heridos o muertos. Según un informe de la Comisión Europea de Transporte, el riesgo de muerte de un peatón es nueve veces superior al de un automovilista.

Esta alta mortalidad va de la mano con el exceso de velocidad de los conductores. En el informe de la Defensoría destacan que varios estudios internacionales coincidieron en que un peatón arrollado a 32 km/h tiene sólo un 5% de posibilidades de morir. Si lo atropellan a 48 km/h, el riesgo asciende a 45%. Y si lo golpean a 64 km/h, ya tiene un 85% de probabilidades de no salir vivo.

Si se analizan los barrios más peligrosos para los peatones, se observa que Balvanera, San Cristóbal, San Nicolás, Monserrat, San Telmo y Constitución son los que tuvieron más accidentes. Es que allí se concentra más cantidad de vehículos y gente circulante durante los días hábiles.

En tanto, las avenidas más riesgosas fueron Rivadavia, Corrientes, San Juan, Córdoba y Santa Fe, por orden de cantidad de víctimas. Si se consideran las calles comunes, las primeras son Lima, Paraguay y Perón: otra vez, arterias con mucho tránsito de colectivos, especialmente las dos primeras.

Ahora, 'cómo combatir el problema? Para la Defensoría, hay que poner a los peatones como prioridad de cualquier política de seguridad vial. Y promover cambios diversos, desde mejorar la iluminación hasta reforzar los controles en las zonas críticas, pasando por liberar de obstáculos las veredas para que la gente no camine por la calzada.

Para Alberto Silveira, presidente de Luchemos por la Vida, "hay que hacer hincapié en la educación vial, para que tanto conductores como peatones se respeten. También, mejorar los controles y la infraestructura, por ejemplo colocando reductores de velocidad".