Dicen que ya le hicieron la propuesta al Gobierno, pero que no tuvieron respuesta. Volverán a verse las caras el martes "para seguir adelante con la negociación"
Los españoles de Marsans aceptan entregar Aerolíneas Argentinas al Estado sin recibir un peso o sólo a un "valor simbólico". Pero pretenden quedarse, a cambio, con Austral.
El planteo lo hicieron ayer a la prensa Vicente Muñoz y Eduardo Aranda, los directivos del grupo español que llevan hoy adelante la negociación con el Gobierno. Son quienes el martes se reunieron con el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, para discutir la valuación de la empresa. Y quienes volverán a verse la cara con el funcionario el martes, "para seguir adelante con la negociación", aseguraron al diario Clarín.
Tanto el Gobierno como Marsans discriminan a la hora de valuar a Aerolíneas y a Austral. En la tasación que realizó el banco Credit Suisse para los españoles, Aerolíneas vale entre 0 y 66 millones de dólares, en tanto que Austral valdría entre 330 y 480 millones de dólares; en los dos casos, según la tasa de descuento (de interés) que se aplique, que va del 16 al 22%. En tanto, en la valuación que realizó el Tribunal de Tasaciones para el Gobierno siguiendo el sistema de flujo de fondos (hizo otra con el criterio de valor patrimonial, pero no discrimina entre las compañías), Aerolíneas tiene un valor negativo de 546 millones de dólares, en tanto que Austral tiene una cotización, también negativa, de 76 millones de dólares.
"Si nos pagan un valor testimonial por Aerolíneas y nos dejan Austral, quedamos encantados", coincidieron ayer Muñoz y Aranda en una charla con periodistas en la sede de la empresa, de la que también participó Jorge Molina, director de Aerolíneas en representación de Marsans.
Para eso, sin embargo, ponen condiciones: que Austral retenga sus rutas aéreas, que el Gobierno no le ponga trabas tarifarias, que tenga los mismos derechos de vuelo que su principal competidora, LAN, que hoy une Buenos Aires con Santiago de Chile, Río de Janeiro, San Pablo, Miami y (próximamente) Madrid.
Marsans ya intentó esta escisión de las líneas aéreas en más de una ocasión. Según empresarios del sector, siempre apuntó a la reestatización de Aerolíneas para quedarse con Austral, que se complementaría con Air Comet, otra compañía del grupo. El año pasado intentaron otra jugada: vender Austral por separado, como una salida a la falta de capital de Aerolíneas. Austral tiene una mejor situación económica que Aerolíneas y, además, sus trabajadores tienen otro perfil gremial, enfrentaron menos a Marsans que los de Aerolíneas.
La propuesta de reestatización de Aerolíneas y la retención de Austral en sus manos, dicen en Marsans, ya fue presentada al Gobierno. Pero no hubo respuesta. Pero las negociaciones, aseguran los españoles, continúan.
"Hoy (por ayer) nos comunicamos con Jaime para reclamarle información de la valuación del Tribunal, porque no nos dieron los 15 anexos que incluía el documento -señalaron los ejecutivos-. Jaime, por su parte, nos reclamó también información ampliatoria sobre la valuación que hizo el Credit Suisse. Quedamos en encontrarnos el martes próximo para discutir el tema".
A ese encuentro, la semana próxima, irían los ejecutivos de Marsans acompañados por los hombres de Credit Suisse que hicieron la tasación. Jaime los recibiría junto a los técnicos del Tribunal de Tasación.
"Seguiremos negociando, trantando de acercar posiciones entre las valuaciones que cada uno hizo de la línea aérea", aseguran los españoles. Claro que la diferencia es mucha: supera los US$ 950 millones entre lo que ellos pretenden y lo que el Estado dice que vale.
La salida de entregar Aerolíneas por un valor simbólico (ellos la pagaron en su momento eso, un euro) permitiría una salida al Gobierno, que dijo que no pagaría un peso por la empresa. La clave, sin embargo, es que dirían los gremios, que reclamaron siempre que las empresas se mantengan unidas.