El banco español continuó comprando entidades. Ahora, el estadounidense Sovereign, por U$S 1.900 millones
El líder bancario español, Santander, que ya se hizo con los pedazos de dos bancos británicos asfixiados por la crisis financiera internacional, continuó su cosecha comprando el estadounidense Sovereign por 1.900 millones de dólares.
El banco español, primera entidad bancaria de la zona euro por capitalización bursátil, pagará en acciones ofreciendo a los accionistas de Sovereign una acción de Santander por cada 3,42 acciones del banco estadounidense, según un comunicado del grupo español publicado en la noche del lunes al martes.
La operación obligará al Santander a llevar a cabo una ampliación de capital de alrededor del 2%, que deberá ser aprobado por una Asamblea General extraordinaria.
Santander detentaba ya, antes de la compra, el 24,35% de Sovereign. Es el banco estadounidense, debilitado por la crisis, el que ha pedido al Santander que lo compre y casi un precio de ganga. Cuando Santander anunció su entrada en el capital de Sovereign en 2005, pagó 27 dólares por acción y ahora pagará 3,81 dólares.
"La Comisión de Capital y Financiación de Sovereign (...) pidió a Santander que considerara la compra del 75,65% de la compañía que aún no poseía. Dicha Comisión evaluó la operación y la recomendó al Consejo", según el Santander. El presidente de esta comisión, Ralph Whitworth, citado en el comunicado, reconoció que "dada la incertidumbre sin precedentes en el actual entorno de mercado y los retos a los que se enfrenta Sovereign, creemos que esta es la operación adecuada y en el momento adecuado para Sovereign".
Sovereign es un banco implantado en el noreste de Estados Unidos, con 750 sucursales y alrededor de 12.000 empleados. Opera en diferentes ámbitos del banco, como la banca comercial, la banca de inversión o los seguros y se sitúa en el puesto número 20 de los bancos estadounidenses.
Este rescate oportunista es un nuevo testimonio del apetito de Santander, coloso europeo, por ahora inmune a la crisis que afecta a sus competidores en Europa y Estados Unidos. Una vez que la operación finalice (en el primer trimestre de 2009, según los deseos de Santander), el español habrá llevado a cabo su tercera compra desde el verano, confirmando su estatus de ganador potencial tras la crisis.
Compró el banco británico Alliance & Leceister (A&L), por unos 1.300 millones de libras (cerca de 1.600 millones de euros), y también se llevó los mejores activos de otro banco británico, Bradford & Bingley (B&B), por unas 420 millones de libras.
Por A&L, muy debilitada por la crisis, Santander tuvo que proceder a una ampliación de capital de alrededor del 2%. Para B&B, el oportunismo español fue aún más flagrante, ya que Satander se llevó los mejores pedazos (las sucursales y la actividad de ahorro), dejando las partes menos interesantes a cargo del Estado británico, que había nacionalizado el banco cuando se iba a pique.
Santander, que inicialmente no había previsto adquisiciones para este año, parece estar al acecho. Apoyado en una política de expansión prudente, basado en una sólida actividad de banca comercial, se aprovecha del caos, y deja la puerta abierta a más adquisiciones. "Existe la posibilidad de añadir valor salvando bancos a precios atractivos", declaró la pasada semana el director financiero del banco, José Antonio Álvarez.
Por ahora, ningún banco español ha tenido que ser socorrido por los poderes públicos, a diferencia de muchas entidades europeas.
El 22 se septiembre, el presidente de Santander, Emilio Botín, nieto, hijo y padre de banqueros, entusiasmó a sus accionistas asegurando que se alcanzará un beneficio neto récord de 10.000 millones de euros en 2008.
En la bolsa de Madrid, las acciones de Santander progresaban un 3,4%, a 10,54 euros, hacia las 10H30 locales (08H30 GMT), en un mercado en alza del 4,26%.