Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
21 de noviembre de 2024
Seguinos en
Condena ejemplar a bestia reincidente: 44 años de cárcel
Así lo decidió la justicia de Morón contra un sujeto de 55 años, quien reincidió al violar a 5 mujeres en el 2006. Se llama Mario Santiago Olivera, y ojalá no salga más
14 de octubre de 2008
La justicia condenó a 44 años de prisión a un hombre que violó a cinco mujeres y que, tras purgar una condena de 25 años por el mismo delito, había salido en
libertad en el 2006.

La condena recayó en Mario Santiago Olivera, de 55 años, a quien el Tribunal Oral 6 de Morón encontró penalmente responsable de la violación de cinco mujeres, quienes lo habían reconocido como su agresor.

La fiscalía había pedido 50 años de cárcel para Olivera, dado que había estado preso entre 1981 y 2006 por delitos similares.

En tanto, la defensa había pedido la nulidad del proceso, con el argumento de que las pruebas en contra de Olivera se habían obtenido de manera ilegal.

"Nos vamos conformes porque sacamos 'algo' del camino, dado que por la edad que tiene no puede salir y cometer lo mismo otra vez", expresó Héctor Ibarra, uno de los abogados de la querella.

La pena es la mayor que se dio a un hombre por casos de violación, aunque hace pocas semanas un motoquero recibió 30 años de prisión tras confesar los ataques.

Otras condenas habían sido de 37 y 38 años, contra violadores que habían cometido ataques sexuales reiterados.

El acusado fue detenido en 1981 -cuando trataba de cometer un asalto en Morón- y juzgado dos años más tarde, después de que la Policía comprobara que su contextura física coincidía con las descripciones registradas en las denuncias de las mujeres que
habían sido violadas.

Olivera, oriundo de la localidad bonaerense de Merlo, salió de prisión en enero de 2006 y según la querella en sólo dos meses volvió a cometer una violación.

A las mujeres que atacó, Olivera las amenazó con un cuchillo, las despojó de sus pertenencias y las violó en un descampado. Todos los hechos fueron de madrugada, y en los mismos Olivera actuó a cara descubierta.

La última mujer atacada, luego de ser abusada, salió a buscar a Olivera acompañada por la policía y tras localizarlo y detenerlo, las demás víctimas lo reconocieron.

Al momento de conocerse la condena, Olivera no estuvo presente en la sala donde se realizó el juicio oral y público, como así tampoco sus abogados defensores.