Argentina ya está entre los ocho mejores equipos del planeta, por segundo mundial consecutivo, tras vencer por 79-62 a Nueva Zelanda, en los octavos de final del certamen que se disputa en Japón, en la ciudad de Saitama.

La diferencia final -de 17 puntos- es llamativa porque el partido no le resultó sencillo a los hombres dirigidos por Sergio Hernández, en parte por la complicación del horario en que se disputó el partido, a las 10:00 de la mañana de Japón.

Ahora Argentina deberá enfrentar a Turquía, ganador de la serie con Eslovenia, en cuartos de final.

La gran actuación de Emanuel Ginóbili, quien anotó 28 puntos, fue fundamental para el triunfo argentino, en donde Mauricio Oberto se convirtió en un baluarte en la zona pintada, tanto en defensa como en ataque.

Los argentinos tuvieron una falencia importante, porque solo uno de los 17 intentos desde la línea de 6,25 metros (3 puntos) fue anotado, lo que mermó el juego externo y debió reforzar en la zona interna.

Las "bombas" de Cameron desde la línea de 6,25 metros inquietaron a los de Hernández, porque no podía hacer que los argentinos despegaran en el marcador en la primera parte del partido.

En el tercer cuarto se produjo el "quiebre" en el desarrollo del partido, porque ahí Argentina sacó 15 puntos de ventaja y así logró mantener el tanteador a su favor.