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21 de noviembre de 2024
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Con retenciones móviles, el agro tenía US$ 500 millones más
Al precio de US$ 362 del viernes, la soja pagaría 33,4% de retenciones en vez del 35% actual. Así, el "voto no positivo" de Cobos fue un tiro que salió por la culata
11 de octubre de 2008
Quinientos millones de dólares. Eso es lo que se perderán de ganar en 2009, a los actuales precios agrícolas, los productores por la derogación de las retenciones móviles.

Paradojas de la crisis, el voto "no positivo" del vicepresidente Julio Cobos fue abiertamente celebrado por el campo y provocó caras largas en el Gobierno. Pero desde el viernes 3 de octubre, por la caída del precio internacional de los commodities, a los productores les convendría que estuvieran vigentes las retenciones móviles.

Más allá de esto, también se deben evaluar las condiciones políticas, y no sólo las técnicas, por lo que sin ese voto de Cobos tal vez el país hubiese ingresado en una espiral de conflicto impredecible.

El sistema que el Ejecutivo derogó tras el sonoro revés en el Senado establecía un mecanismo por el cual la alícuota a las exportaciones subía o bajaba de acuerdo al precio de los granos, en lugar del sistema fijo que rige en la actualidad.

La soja tenía entonces un valor muy superior al actual, que llevaba las retenciones a más del 40%, en lugar del 35% vigente. Pero con la caída del precio, si estuviera vigente el esquema móvil, las retenciones habrían oscilado en los últimos días por debajo de la alícuota fija actual. El mínimo se tocó ayer, con una cotización de 362 dólares a la que le habría correspondido una retención del 33,4 por ciento.

La consultora Bein calculó qué podría pasar el año que viene si no se hubiera derogado la Resolución 125. Con los precios agrícolas actuales, el Fisco recaudaría por retenciones (de granos y de otros productos) $ 31.432 millones, 1.621 millones menos que con el esquema fijo; ese monto es el que se pierde de ganar el campo.

El saldo favorable que obtendrían en 2009 los productores con las retenciones móviles subiría a $ 4.157 millones si la soja cae un 15% y a $ 4.939 millones si la caída llega al 30%. Pero si la tendencia de los valores agrícolas se revierte, la pérdida sería mayor: con precios un 30% superiores a los actuales, deberían pagar $ 6.064 millones más que con las retenciones fijas.

El precio que traza la línea divisoria es de 387 dólares por tonelada de soja. A ese valor, los dos sistemas determinan una alícuota del 35%. Por encima de ese valor, el esquema móvil beneficiaría al fisco; y por debajo, al productor.

La situación ya fue aprovechada por el Gobierno para cuestionar al Vicepresidente y a los ruralistas. Este miércoles, el titular de la ONCCA, Ricardo Echegaray, destacó "los efectos no positivos para el campo del voto no positivo de Cobos". Pero no aclaró que con el esquema del Ejecutivo hoy se vería resentida la recaudación.

Desde la consultora Abeceb, destacaron, sin embargo, que la mayor diferencia en torno a la recaudación por retenciones está dada por el impacto directo del precio, más allá de lo que pasaría si estuviese vigente el esquema que rechazó Cobos. "Con la soja a 500 dólares, se estimaba para 2009 que el total de retenciones llegaría a 45.900 millones de pesos, pero con la soja a 350 (poco menos que el valor actual), la recaudación caería en 13.900 millones de pesos", explicaron.

Si el precio del poroto cae más, el problema crecerá en forma exponencial: la recaudación por retenciones, con el sistema actual, bajará a 27.500 millones de pesos.

Pero a eso se sumará que, según los analistas, por debajo de los 340 dólares por tonelada la actividad se torna insostenible para un amplio segmento de productores.