El temblor mundial hizo caer al grupo de seguros Yamato Life. Crece la preocupación en las autoridades niponas tras el peor desplome en 21 años de su economía
La economía japonesa vivió hoy una jornada negra: la Bolsa de Tokio sufrió su peor desplome en 21 años y la crisis mundial se cobró su primera víctima en el sector financiero del país, el grupo de seguros Yamato Life.
El primer ministro japonés, Taro Aso, se declaró dispuesto a convocar una cumbre de emergencia del G8 -el club de las grandes potencias presidido este año por Japón- para buscar la forma de atajar el cataclismo financiero. El desplome de los mercados bursátiles "alcanza un punto en el que podría afectar a la economía real", se preocupó Aso.
Presa del pánico, la Bolsa de Tokio terminó hoy a la baja del 9,62%, en su peor caída desde octubre de 1987. La segunda plaza financiera mundial experimentó un verdadero crac esta semana, perdiendo un 24,33%.
La caída de hoy es la tercera más importante desde la creación del Nikkei, índice principal de la plaza tokiota, en 1950, superando al retroceso del 9,38% registrado de anteayer.
Las opiniones. "Es evidente que las turbulencias en los mercados financieros afectan al conjunto de la economía", explicó Taro Saito, economista del instituto de investigación. "La caída de los precios de las acciones es un indicador del futuro deterioro de la economía japonesa", predijo.
Yamato Life Insurance, una compañía de seguros de vida de tamaño medio, se convirtió hoy en la primera víctima directa de la crisis mundial en el sector financiero japonés, que hasta ahora había escapado a las quiebras.
Ahogada en una deuda de 269.500 millones de yenes (2000 millones de euros), superior al conjunto de sus activos, Yamato Life se declaró en quiebra ante el tribunal de Tokio. Es la primera vez en siete años, y sólo la octava desde 1945, que una aseguradora se declara en bancarrota en Japón.
"Debido al caos en el mercado financiero y a la contracción del crédito, el valor de nuestra cartera de acciones cayó rápidamente. Fue más allá de lo que preveíamos", se lamentó el presidente del grupo, Takeo Nakazono.
El ministro de Finanzas japonés, Shoichi Nakagawa, precisó que esta quiebra es únicamente debida a la estructura de gestión de Yamato Life y no es el reflejo de una debilidad en el conjunto del sector japonés de los seguros.
"Considero que la quiebra de Yamato Life no entra en el marco de la crisis financiera mundial", afirmó por su parte el ministro de Política Económica y Presupuestaria, Kaoru Yosano.
Varias firmas del sector inmobiliario en Japón se declararon en bancarrota en las últimas semanas, víctimas de la contracción del crédito. La última de ellas, New City Residence Investment, lo hizo ayer frente a la incapacidad de obtener fondos para comprar bienes y pagar sus deudas.
Entre abril y septiembre, las quiebras de empresas en Japón aumentó en un 15,3% interanual, según estadísticas publicadas ayer.
El Banco de Japón inyectó hoy un total de 4,5 billones de yenes (34.000 millones de euros, 46.000 millones de dólares) en el sistema bancario para ayudar a las instituciones financieras a hacer frente a sus obligaciones.
Es la intervención de urgencia más importante del Banco de Japón, que inyectó liquidez en el mercado durante 18 días consecutivos desde que comenzó la crisis.
En este contexto de crisis, Japón participará hoy en la reunión de los ministros de Finanzas del G7 en Washington, donde aprovechará para proponer un fondo de emergencias de unos 200.000 millones de dólares para los países pequeños afectados por la debacle financiera.