El ex ministro advirtió sobre los "riesgos a mediano plazo" de la medida que analiza el Gobierno para enfrentar la crisis. Además, dijo que se volverá "contraproducente"
Las críticas al plan para fomentar la repatriación de capitales depositados en el exterior, que el Gobierno analiza como parte del programa destinado a enfrentar la crisis financiera global, no tardaron en llegar.
Roberto Lavagna no dudó en manifestarse "en contra" de la iniciativa y advirtió sobre los riesgos que podría traer consigo.
"Estamos hablando de una medida que en el mediano plazo puede tener un efecto tremendamente negativo", sentenció el ex ministro de Economía en declaraciones a radio Mitre, según publicó el diario La Nación.
En el mismo sentido, añadió que "aunque en el corto plazo [el blanqueo] puede traducirse en el ingreso de capitales, luego se vuelve "contraproducente". Y avanzó con un ejemplo: "En los años 90 hubo diez blanqueos en once años y el efecto de eso fue totalmente negativo", recordó.
Ayer, el plan para favorecer la repatriación de capitales fue el tema central de la primera reunión de la Mesa de Seguimiento de la Crisis, que encabezó el jefe de Gabinete, Sergio Massa, de la que participaron media docena de funcionarios y que fue monitoreada telefónicamente por Néstor Kirchner.
Según confiaron a LA NACION fuentes del Gobierno, se analiza la creación de un fideicomiso que se conformará con los capitales que sean repatriados, hasta hoy no registrados ante el fisco, y que pagarían menos impuestos por el blanqueo. A cambio de ello, quedarían afectados por tres años a inversiones en proyectos productivos. Esto buscaría reactivar la economía en un contexto de recesión mundial y desaceleración local.
Los dueños de los fondos repatriados deberían colocarlos en ese fideicomiso y sólo podrían disponer de un porcentaje para inversiones financieras o depósitos bancarios. "El 70% deberá ir a las inversiones", precisaron fuentes del kirchnerismo.