Los precios bajaron de los 90 dólares en Nueva York, por el agravamiento de la crisis financiera originada en Estados Unidos, que hace temer una fuerte desaceleración
En el New York Mercantile Exchange (Nymex), el barril de West Texas Intermediate (designación del "light sweet crude" negociado en EEUU) para entrega en noviembre terminó a 87,81 dólares, en baja de 6,07 dólares en relación al viernes, luego de caer en sesión hasta 87,56 dólares, un nivel no registrado desde comienzos de febrero.
Su caída es de cerca de 40% en relación a su récord del 11 de julio, en 147 dólares.
"El razonamiento es simple para los inversores: una contracción de la economía significa una descenso de la demanda y en consecuencia de los precios", explicó John Kilduff, de MF Global.
La aprobación por el Congreso estadounidense el viernes de un plan de rescate por 700.000 millones de dólares para sostener a los bancos, no fue suficiente para tranquilizar a los operadores, cuando el agravamiento de la crisis en Europa hacía caer a las bolsas del mundo entero.
La extensión a Europa de la crisis financiera originada en Estados Unidos refuerza la perspectiva de una desaceleración durable de la economía mundial, incluso de una recesión y limita las proyecciones de la demanda energética.
"El petróleo registró un período de alza de la demanda sin precedentes, que comenzó en Estados Unidos y se extendió a China y al resto del mundo", subrayó Phil Flynn, de Alaron Trading.
"El debilitamiento del crecimiento de la demanda comenzó en Estados Unidos y tomará el mismo camino", agregó.
Según las estadísticas del departamento de Energía estadounidense el consumo de productos petroleros del país cayó 7,1% en las últimas cuatro semanas en relación al mismo período del año pasado, a 19 millones de barriles diarios.
"El contagio está en marcha. China no importará gasolina en octubre, por segundo mes consecutivo", recordó Kilduff.
China es considerada, con los grandes países emergentes, como el motor de la demanda actual de crudo.