El presidente del Banco Credicoop ejerce un kirchnerismo crítico. Aunque siempre destaca que "es más lo que me une que lo que me separa" de los K, ayer mismo afirmó por radio que "el Gobierno se ha aliado con algunos sectores que están más ligados a lo que dice que se quiere dejar atrás, que a lo que quiere construir".

Heller viene acelerando su agenda política en las últimas semanas. Fue a Olivos junto a su ex compañero de fórmula en la Capital, Daniel Filmus, para conversar con Néstor Kirchner. Y mantiene contacto permanente con Aníbal Ibarra y Miguel Bonasso, con los que conformó el año pasado Diálogo por Buenos Aires, que terminó confluyendo con el Frente para la Victoria en la elección para la Jefatura de Gobierno porteña que perdieron con Mauricio Macri.

Kirchner bajó la orden de buscar el armado más amplio posible para intentar seducir al electorado porteño, siempre esquivo al kirchnerismo. Claro que no será fácil, con la cantidad de resquemores y rencillas que afloran en los primeros movimientos del peronismo local (presidido por Alberto Fernández, pero con disidencias por distintos costados) y el entramado de agrupaciones aliadas, donde se destacan las figuras de Ibarra, Bonasso y Jorge Telerman.

En ese contexto, Heller, que aspira a una candidatura a diputado en 2009, apuró la institucionalización de su partido a nivel nacional. Además de la inscripción en Capital, están próximas las de Mendoza, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.

Para esta tarde, Heller invitó al acto en un hotel céntrico a dirigentes no peronistas pero aliados al kirchnerismo como el diputado Edgardo Depetri (Frente Transversal) y el socialista Oscar González, vicejefe de Gabinete.