La crisis financiera internacional impactará menos en el país, pero hay señales de alerta por la caída en el precio de los commodities, pilar del modelo económico
El impacto de la crisis financiera mundial en la economía de Argentina será acotado, aunque la caída en el precio y en la demanda de materias primas debilitará su balanza comercial.
Así lo advirtieron distintos expertos.
"Esta vez, Argentina no resultará tan afectada por las turbulencias internacionales", dijo al diario Clarín el economista Miguel Broda, para quien "el menor acceso al financiamiento externo que afectará fuertemente al sector público y privado de otras economías emergentes, acá se sentirá menos".
No obstante, remarcó que la caída de la demanda y el precio de las materias primas, en especial de la soja, que representa casi la mitad de los ingresos por exportaciones, "traerá una reducción del superávit de balanza comercial que debilitará el resultado de la cuenta corriente y de la balanza de pagos".
Por su parte, Fausto Spotorno, de Orlando Ferreres y Asociados, dijo a Asteriscos.Tv qe tras la crisis en Estados Unidos “el primer impacto es en el precio de las commodities” ya que ese país “está a un paso de la recesión y perdió en lo que va del año 600 mil puestos de trabajo”.
“Esto provoca demandas menores en el mercado. Hay que pensar que los principales vendedores a los Estados Unidos son nuestros principales compradores”, remarcó el economista.
"Argentina no está exenta de riesgos", advirtió el analista y consultor privado Manuel Sanchez Gómez, porque "la situación en los mercados de capitales reducirá la capacidad del sector privado para obtener financiamiento".
Para el economista Miguel Bein, "la onda expansiva sobre Argentina no fue muy grande" hasta ahora, aunque consideró que el gobierno de Cristina Kirchner deberá mostrar "señales de cambio en la agenda, ahora adaptada a una economía global más compleja".
El ex secretario de Finanzas Miguel Kiguel es menos optimista y consideró que "este nuevo escenario va a demandar ajustes en el gasto público y disminución de los subsidios", una política de recortes que ya comenzó a aplicar el sector privado.
Empresas del rubro automotriz, como Peugeot, General Motors y Renault, anunciaron esta semana ajustes en la producción mediante la suspensión de turnos de trabajo debido a la caída en la demanda de automóviles, sobre todo desde Brasil, su principal cliente.
Otras empresas, como la fábrica de aluminio Aluar, que exporta el 80% de las 270.000 toneladas de aluminio que produce al año, anunció el freno de inversiones para expansión productiva y un drástico ajuste en los gastos.
"Lo impactante es la caída del precio de los granos y, por supuesto, la escasez de crédito, que se agudiza. Esto tiene una dinámica que no conocemos, por eso es necesario parar hasta ver qué pasa", dijo al diario La Nación, Gustavo Grobocopatel, presidente de Los Grobo, una de las principales empresas dedicadas a la explotación de soja en el país, al vaticinar el freno de inversiones.