Tras el pedido de los hijos del dirigente, el fiscal requirió la realización de pruebas relacionadas con el homicidio, ocurrido el 25 de septiembre de 1973
El juez federal Ariel Lijo reabrió hoy la investigación del crimen del ex jefe de la CGT José Ignacio Rucci, y aceptó como querellantes a los hijos del dirigente asesinado el 25 de septiembre de 1973, según informaron fuentes judiciales a Infobae.com.
El magistrado, que hoy firmó el desarchivo de la causa, citó para el jueves de la semana próxima al periodista Ceferino Reato, autor del libro "Operación Traviata" en el que se consigna que al menos dos de los autores del crimen estarían vivos, según adelantó el portal INFOBAE.COM.
De esta manera el juez hizo lugar al pedido del fiscal Patricio Evers que al contestar la vista conferida por el magistrado pidió la realización de diversas medidas, entre ellas la citación del periodista en cuyo libro se apunta a Montoneros como autores del crimen basandose en presuntos testimonios de ex militantes que habrían participado del hecho.
Ayer los hijos de Rucci, Anibal y Claudia, se presentaron ante el juez para pedir que se investigue el crimen y se reactive una vieja causa en la que se había dictado un sobreseimiento provisional.
Asistidos por el ex camarista federal, ex ministro de Seguridad bonaerense y ex diputado nacional Jorge Casanovas, los hijos del dirigente asesinado se entrevistaron con el juez Lijo, a cargo de la causa.
Rucci fue asesinado por un grupo comando el 25 de septiembre de 1973 en el barrio de Flores, y aunque su crimen se atribuyó a la ultraderechista Triple A, todos los indicios apuntaron a la guerrilla de Montoneros, tal como se describe en el libro.
La causa, que estaba paralizada desde 1989, con un sobreseimiento provisional y sin condenados ni procesados.
En la causa se analiza si se trata de un crimen de lesa humanidad, que evitaría una posible prescripción de la investigación, pero ese tema no fue mencionado por el fiscal en su dictamen, según indicaron las fuentes.
Es que un nuevo imputado podría alegar en su defensa la prescripción de la pena, lo que obligaría al fiscal y al juez Lijo a determinar si se trató o no de un crimen de lesa humanidad, como planteó la semana pasada el actual titular de la CGT, Hugo Moyano.
"Según este libro, el crimen de mi padre fue obra de la cúpula montonera, que decidió tirarle un cadáver al general Perón para demostrarle que debía tenerlos en cuenta", expresó Aníbal Rucci.
El asesinato de Rucci ocurrió tres meses después del regreso de Perón al país y de la denominada "masacre de Ezeiza".
Con la decisión de Lijo y la aceptación de los familiares de Rucci como querellantes, queda reactivada la causa formalmente, según indicaron las fuentes.