Osvaldo Raffo, conocido y prestigioso perito forense aseguró hoy que el ácido cianhídrico que mató a las víctimas de Cromañón fue "rápido y mortal", a la vez comparó lo sucedido en el local con las cámaras de gas usadas por nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

"Es un veneno que ataca con mucha rapidez, recuerden que fue un método usado por los jerarcas nazis para suicidarse", aseguró al tribunal, sobre el ácido cianhídrico.

Así lo manifestó el ex integrante del Cuerpo Médico Forense al declarar como testigo en el juicio oral que se sigue por la tragedia del 30 de diciembre de 2004.

Con 15 mil autopsias realizadas en su carrera, Raffo fue convocado para explicar cómo se produjo la muerte de los asistentes al recital de Callejeros.

"Todos se murieron del síndrome lesivo por inhalación de humo" y agregó que "nadie falleció quemado o por politraumatismos".

Señaló además que la tragedia fue similar a la de la AMIA o la del accidente del avión de LAPA, y que uno de los factores que contribuyó para provocar este síndrome fue que el lugar era "totalmente cerrado".

Raffo explicó que los gases tóxicos que se desprendieron del techo fueron monóxido de carbono y ácido cianhídrico (cianuro): del primero afirmó que tiene "características traidoras, porque no tiene olor ni color" y que llevó a los asistentes al recital a sufrir falta de fuerza muscular que les impedía caminar hasta convulsiones y finalmente la muerte.

Dijo que el ácido cianhídrico, más letal, "es seguro para matar, rápido y mortal" y que cuando "a alguien le dan cianuro se muere en cinco minutos".

"Es un veneno que mata con mucha rapidez porque ataca a la célula misma y se absorbe tanto por la respiración como por la piel. Recordemos que a las personas que estaban en las cámaras de gas se las desnudaba y se les daba un baño caliente para que causara más efecto", ejemplificó Raffo.

"Cuanto más respiraban, más se cansaban y se intoxicaban", afirmó el médico. Raffo dijo que "el 80 por ciento de los incendios en el mundo se produce por este síndrome" y que "puede matar en el momento o en 18 horas", según el tiempo de exposición a los gases.

También dijo que en las personas que tenían enfermedades preexistentes como anemia o asma, "el daño se triplicó".

Sobre el lugar donde fallecieron las víctimas, dijo que "no se puede saber si alguien murió en el local o en la vereda", lo cual contradice la versión del principal imputado, Omar Chabán, respecto de que dentro del boliche "sólo murieron 22 personas".

Explicó también que si bien no se puede saber qué antídotos se le aplicaron a las víctimas, lo más importante era darles oxígeno, tanto a los intoxicados por monóxido de carbono como por cianuro porque ambos provocan asfixia.

El lunes comienzan a declarar los sobrevivientes, lo harán por orden alfabético y bajo recaudos especiales dispuestos por el Tribunal.