Iba a festejar la Primavera, se perdió y la mataron a balazos
Nayla tenía 19 años. El sábado iba en auto con su novio y otra pareja de Capital hacia Glew, donde festejarían en una quinta. Le dispararon cinco tiros
24 de septiembre de 2008
Había planeado toda la semana el festejo de la Primavera. Primero una cena en una residencia universitaria de Capital y después de medianoche un baile y salida durante el fin de semana con amigos en una quinta de Glew, al sur del conurbano, pero todo terminó en tragedia.
Las dos parejas partieron en auto hacia la fiesta el sábado a la madrugada. En una zona oscura de Sarandí, entre Avellaneda y Lanús, perdieron el camino y el viaje se transformó en pesadilla. Mientras buscaban orientarse, un hombre se les cruzó en la calle haciéndose el borracho y, cuando lo quisieron esquivar, comenzó a dispararles sobre el lado del acompañante. Allí viajaba Nayla Policicchio, de 19 años, y fue ella la que recibió la peor parte: dos balazos le perforaron los pulmones. Agonizó tres días y murió anoche, informó el diario Clarín.
Primero había sido operada en el hospital vecinal de Lanús y luego fue trasladada al Sanatorio Itoiz de Avellaneda, donde estuvo con asistencia respiratoria y en terapia intensiva, hasta que no pudo resistir más.
"Lo que quiero, pase lo que pase, es que mi hija no sea una más, un nombre más de una triste lista. Que alguien haga algo por favor para terminar con esto. Ya no se puede salir a la calle", sentenció Marcelo Policicchio, papá de la joven en diálogo con Clarín, mientras aún esperaba una mejoría de su hija en la puerta del sanatorio de la calle Alsina.
Nayla trabajaba como empleada en la empresa de televisión por cable Multicanal y era estudiante de Ciencias Económicas de la UBA. "Quería ser contadora y eso la hacía feliz", dijo el papá.
Todo ocurrió en la madrugada del sábado, aunque recién trascendió ayer. Nayla, su novio Matías Pedutti (20) y otros amigos, Mariano Palacios (21) y Laura de los Santos (20), iban en el Fiat 147 propiedad de la pareja de la chica. Los padres de la joven nacieron en Avellaneda y vivieron en la zona durante mucho tiempo. Pero ahora toda la familia vive en Capital, al igual que su novio. Por eso es posible, según dijo su papá a Clarín, que no hayan acertado el camino y que para ir hacia el sur tomaran por un barrio "más bien oscuro y cercano a una villa".
Estaban por llegar a la esquina de Suipacha y Camino General Belgrano (que divide los partidos de Avellaneda y Lanús) cuando los jóvenes bajaron la velocidad para pasar un lomo del burro.
Según los testigos, en ese momento un hombre tambaléandose y haciéndose pasar por borracho, trató de abalanzarse sobre el auto. La Policía cree que en realidad el supuesto borracho los quería asaltar junto a otros dos hombres que aguardaban más atrás, en la vereda.
Pero Matías logró esquivarlo y trató de acelerar. Fue allí que el hombre sacó un arma y disparó contra el auto: tiró cinco veces. Dos balas le entraron a Nayla por el hombro, le lesionaron ambos pulmones y llegaron a la columna dorsal, a la altura de la cuarta vértebra. Una de ellas también le rompió el cartílago de un oído.
"Desde el punto de vista quirúrgico no hay nada más que podamos resolver. El tema es que la evolución ventilatoria no es buena. Hay un cuadro hemorrágico pulmonar que nos preocupa mucho", aclaró ayer a la tarde a Clarín el director del Itoiz, Mario Schiter. Horas después, desde el sanatorio confirmaron que la víctima había muerto.
Los otros jóvenes que iban en el 147 salieron ilesos. Los tres siguieron camino con la joven herida hasta que a dos cuadras se cruzaron con un patrullero. Los policías llevaron a la víctima al Hospital Vecinal de Lanús, donde fue operada de urgencia. Y finalmente llegó al sanatorio donde murió.