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21 de noviembre de 2024
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Millonario apoyo de Brasil a un banco de desarrollo
Asustado por la crisis económica mundial, Lula inyectó 2.800 millones de dólares al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social para mermar las "dificultades"
23 de septiembre de 2008
Con el objetivo de respaldar a las empresas brasileñas con deudas en el exterior, que no puedan refinanciar sus pasivos con los bancos de afuera, Brasil ya empezó a "fortificar" al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) con fuertes transferencias de dinero.

Según publicó Clarín en su dición de hoy, la primera entrega fue el viernes último y ascendió a 2.800 millones de dólares. Le seguirán otros envíos de fondos, conforme aumenten las dificultades. Estos recursos tienen como destino salvar a las grandes compañías de eventuales impagos de sus préstamos.

Mario Cypriano, titular del mayor banco brasileño, el Bradesco, reconoció que las empresas brasileñas con préstamos tomados en el mercado internacional tienen "dificultades" para renovar las líneas en el exterior en "función de la crisis mundial". Pero el tembladeral no sólo sobresalta a las grandes firmas, las únicas con acceso al financiamiento del exterior. También internamente el consumidor y las pymes observan un aumento de los costos de financiación y un recorte en los plazos máximos de los préstamos (de 8 a 5 años).

Por ahora Lula parece a resguardo de las salpicaduras de las tormentas en EE.UU. y Europa. Las últimas encuestas, publicadas ayer, muestran un récord en la popularidad presidencial: de 77% de consideración óptima y buena.

Pero eso no inmuniza al gobierno contra la crisis, aún cuando ésta última camine por vías que no tienen nada que ver con la solidez productiva de la economía brasileña. El comportamiento de la bolsa de San Pablo es un reflejo inmediato la incertidumbre mundial, pero repercute necesariamente en la economía interna brasileña. Cuando una bolsa, como ocurrió con Bovespa, pierde un día más de 6%, al siguiente se desbarranca más del 7% y el tercero sube más de 10% (tal como pasó entre el miércoles, el jueves y viernes pasado) algo está desequilibrado. Por sí solo eso indicaba que ayer debía caer y así ocurrió: declinó 2,86%.

Las explicaciones siempre están afuera: "Nadie sabe si el paquete prometido por el gobierno de Estados Unidos para los bancos será implementado efectivamente" se lamentaban ayer los analistas financieros brasileños. "Fue esa incertidumbre la que influyó más en los malos negocios de hoy" comentó Marcio Cardoso de una agencia bursátil. La sensación de que el Congreso norteamericano puede dificultar el gigantesco rescate de 700 mil millones de dólares llevó a los inversores a vender acciones brasileñas para cubrir pérdidas o refugiarse en puertos que ellos consideran más seguros. Muchos, por ejemplo, volaron para posicionarse en "commodities".