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21 de noviembre de 2024
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Argentina perdió en dobles pero igual está a un paso de la final
Los rusos ganaron con lo justo y la serie está 2-1. Sobra confianza en Nalbandian y Del Potro
20 de septiembre de 2008
David Nalbandian y Guillermo Cañas cayeron por 2-6, 1-6, 7-6 (9), 6-3 y 6-8, ante
Dmitry Tursunov e Igor Kunitsyn, por lo que Rusia estiró la definición de la serie semifinal de Copa Davis al single del domingo.

Con altas dosis de dramatismo y emoción -no así de buen tenis-, tras 3 horas y 38 minutos, Rusia consiguió imponerse en el dobles y descontar en la serie de semifinales de la Copa Davis.

Todo lo claro que parecía el panorama para la Argentina tras las formidables actuaciones de ayer en los singles, se vio hoy oscurecido por un dominio ruso que le dio cierta paridad a la eliminatoria. La pareja de Dmitry Tursunov e Igor Kunytsin venció a David Nalbandian-Guillermo Cañas por 6-2, 6-1, 6-7 (9), 3-6 y 8-6 y dejó un panorama incierto para mañana.

Según el cronograma original, deberían jugar, desde las 11, Nalbandian-Davydenko el cuarto punto, y Del Potro-Andreev, a continuación. Sin dudas, el desgaste para el cordobés fue mucho en el dobles (3 horas y 38 minutos), y el ánimo en el equipo argentino dista de ser el mejor.

Por el lado ruso, las ilusiones volvieron a cobrar fuerza, aunque sólo ganando los dos singles del domingo pueden aspirar a llevarse la serie como visitantes.

El comienzo fue todo menos auspicioso para la dupla argentina. Sin ser una sólida pareja, Tursunov y Kunitsyn se mostraron muy cómodos con la situación, pese al imponente marco de 14 mil personas presentes en el Parque Roca.

Dominando con el servicio, principalmente con Tursunov, que no sufrió quiebres hasta el tercer parcial, Rusia impuso su juego. Del lado argentino, un errático Guillermo Cañas y un David Nalbandian sin el toque habitual ni presencia en las devoluciones, estaban en su peor momento. Con esta tónica, la visita se llevó en menos de una hora los dos primeros sets (6-2 y 6-1). La tarde, fría, nublada y ventosa, parecía efímera...

El público, no tan activo como en los singles de ayer, recién comenzó a despertarse -como la pareja argentina- en el tercer parcial, cuando la victoria estaba seriamente comprometida. Gracias a un quiebre temprano, en el segundo juego, la Argentina recuperó el ánimo (Cañas levantó, de a ratos, su nivel). Llegó a contar con una ventaja de 4-1 en el set, pero Kunitsyn elevó su juego y Tursunov volvió a ser implacable con el saque. Rusia niveló hasta llegar al tie-break.

Aquí se dio un quiebre en el partido: Rusia dispuso de tres match points (dos con el servicio de Kunitsyn) y no concretó ninguno. La Argentina, tras salvar las tres oportunidades, recibió una inyección anímica fundamental: en el cuarto punto para set, volvió a tener vida al llevarse el infartante tie-break por 11 a 9. En este tramo, Cañas fue el termómetro: tuvo varios errores no forzados, pero compensó con dos tiros ganadores clave.

El envión anímico, como era de esperar, se extendió al cuarto set y las acciones pegaron un giro en menos de media hora: Dmitry Tursunov, que no había sufrido quiebres en todo el partido, perdió su saque. La Argentina se llevó el parcial por 6-3 y forzó un qiunto y decisivo set.

En el quinto, tras sucesivos quiebres, la Argentina y Rusia llegaron al decimocuarto game, donde el saque de Tursunov, el arma letal rusa de la tarde, fue clave una vez más. Cañas no pudo acompañar todo lo que quiso a Nalbandian en el desenlace -al igual que en varios pasajes del partido-, y un quiebre sobre su serivicio (6-6) dejó a Rusia con la chance de firmar la victoria. Tursunov ganó sin problemas su saque y, tras el quinto match-point, le dio a Rusia el 2-1 en la serie.

Foto: Asteriscos.Tv