El jefe de Gabinete había dicho que no estaba incluido en el Presupuesto 2009. El secretario de Transporte y empresarios salieron a desmentirlo. ¿Se hace o no?
El tren bala a Rosario y Córdoba -la obra de infraestructura emblemática que impulsa la administración kirchnerista- quedó envuelta en una marcada polémica que tiene como protagonistas a dos de las principales figuras del Gobierno.
La Jefatura de Gabinete que conduce Sergio Massa y la Secretaría de Transporte que pilotea Ricardo Jaime se trenzaron en un fuerte contrapunto que tiene como eje el financiamiento del cuestionado proyecto del tren de alta velocidad.
Al enviar el Presupuesto 2009 al Parlamento, el Jefe de Gabinete señaló que para el próximo año no se habían previsto fondos específicos para las obras del tren bala.
Desde la Quinta de Olivos, Massa sostuvo el lunes que todas las partidas presupuestarias del área ferroviaria se destinarán a "mantener y mejorar los servicios" mediante obras de soterramiento, reacondicionamientos y electrificación de líneas urbanas.
Según aclaró en ese momento la Jefatura de Gabinete, el hecho de que no figure una cuenta específica en el Presupuesto no implica que el proyecto esté caído, ni que el Gobierno haya desistido de llevarlo adelante.
Un día después de conocerse esa novedad y ante los insistentes llamados de los representantes de Veloxia- el consorcio liderado por la francesa Alstom que se adjudicó la ejecución del proyecto-, desde la Secretaría de Transporte salieron al cruce de la Jefatura de la Gabinete y aseguraron que los fondos para las obras si están incorporados en el Presupuesto.
De acuerdo con lo señalado en el área de Jaime, los recursos necesarios para poner en marcha el tren bala se encuentran en las partidas asignadas a la flamante Administración de Infraestructura Ferrovaria (AIF), una de las dos sociedades estatales que nacieron de la ley de reordenamiento del sector ferroviario.
A la AIF, según explicaron en Transporte, se le asignaron dos vías de recursos. Por un lado, la denominada fuente 22 donde figura una autorización para obtener financiamientos externos por $1.776 millones. Y por otro, la fuente 11 con una partida específica de $ 353 millones. En total, la AIF tendrá disponible en el próximo año $ 2.129 millones que podrá utilizar para financiar cualquier proyecto de infraestructura ferroviaria.
De esta manera -según la interpretación que hacen los colaboradores de Jaime- los recursos de la AIF pueden ir tanto para el tren bala, como para los otros emprendimientos ferroviarios en curso: el soterramiento del Sarmiento, las electrificaciones del Roca y el San Martín y los trenes rápidos a Mendoza y Mar del Plata.
Ante la postura de Transporte, ayer desde la Jefatura de Gabinete ratificaron que en el Presupuesto 2009 no hay ningún financiamiento expreso para el tren bala y que lo único que aparece es una partida de $ 4 millones para estudios de factibilidad del proyecto.
Los asesores de Massa destacaron que el proyecto tampoco aparece mencionado en el "mensaje" que acompaña el proyecto de ley donde se consigna que los fondos para la AIF serán para "el soterramiento del Sarmiento, la electrificación de los ferrocarriles Roca y San Martín y otros gastos de infraestructura".
Desde el Congreso, ayer el presidente del bloque de diputados del oficialismo, Agustín Rossi confirmó lo dicho por la Jefatura de Gabinete al asegurar que el financiamiento del tren bala no fue incluido en el proyecto del Presupuesto 2009.
Por su parte, las empresas que se adjudicaron la construcción del Tren Bala indicaron que la propia Secretaría de Transporte les envió un mensaje de tranquilidad y un pedido especial para que sigan trabajando con la definición del convenio financiero de la obra.
En declaraciones a una agencia extranjera, el presidente de Alstom Argentina, Thibault Desteract, dijo que tiene "entendido" que en el Presupuesto hay unos 2.300 millones destinados al proyecto. El titular de la española Isolux, Luis Delso indicó a Clarín que "la realidad es que hay un contrato firmado que tiene pendiente el cierre financiero debido a las turbulencias financieras que se registran a nivel mundial".
En la misma sintonía que Transporte, Delso sostuvo que "el acuerdo financiero que falta se puede firmar en cualquier momento, una vez que el Gobierno tome la decisión de aceptar el financiamiento privado de la obra".
Más allá de la disputa, lo cierto es que la financiación diseñada para el tren bala se encuentra trabado por las altas tasas de interés que debe pagar la Argentina.