El candidato demócrata salió a sacar ventaja de la crisis financiera en EEUU y acusó a los republicanos de no ofrecer soluciones al país. Todo sea por un voto y llegar a la Casa Blanca
Preocupado por la desventaja que le atribuyen las encuestas de cara a las presidenciales del 4 de noviembre, el candidato demócrata Barack Obama salió este lunes agresivamente a sacar ventaja de la crisis financiera estadounidense y acusó a los republicanos de no ofrecer soluciones al país.
A primera hora de la mañana, mientras los mercados financieros se derrumbaban debido a la quiebra del histórico banco de inversión Lehman Brothers, Obama dijo en un comunicado que no culpa personalmente a su rival, John McCain, de lo que estaba ocurriendo pero sí a la filosofía económica que el senador por Arizona apoya.
«Es una filosofía que hemos tenido durante los últimos ocho años, una que dice que deberíamos dar más y más a los que más tienen y confiar en que la prosperidad llegará a todos», indicó.
El candidato negro añadió que se trata de un pensamiento «que dice que incluso las regulaciones con sentido común son innecesarias y poco sensatas». «Este país no puede permitirse otros cuatro años de esta filosofía fallida», afirmó Obama, quien aseguró que lleva años pidiendo que se modernicen las regulaciones sobre el sistema financiero para responder a los desafíos del siglo XXI, reglas que, consideró, protegerían a los inversores y consumidores estadounidenses.
El senador insistió en esa misma idea durante un mitin en Colorado, en el que dijo que McCain no entiende la situaciónpor la que atraviesa la mayoría de sus compatriotas. «No es que piense que a McCain no le importan las vidas de la mayoría de los estadounidenses. Simplemente creo que no los conoce», afirmó.
«¿Por qué, si no, habría dicho, justo hoy, hace sólo unas horas, que los fundamentos de la economía todavía son sólidos?», apuntó el senador demócrata, que ve en la crisis financiera su mejor opción para centrar el debate electoral en términos ventajosos para su postulación.
Obama respondía así a los comentarios hechos por Mc-Cain en un acto de campaña en Orlando, Florida. «Puede que mis oponentes no estén de acuerdo, pero los fundamentos (de la economía norteamericana) todavía son sólidos», indicó el senador por Arizona. La economía es la preocupación número uno de los votantes y aunque los sondeos muestran que una mayoría de ellos aún cree que Obama haría un mejor trabajo que McCain en ese aspecto, los guarismos del demócrata se reducen aceleradamente.
A sólo siete semanas de las elecciones, el candidato republicano logró pasar al frente en las encuestas gracias al «efecto Sarah Palin» -su compañera de fórmula- y a un discurso renovado que busca diferenciarlo de George W. Bush.
Horas antes, el candidato republicano había calificado de «esencial» que EE.UU. mantenga su estatus de primer mercado
financiero del mundo. «Esa será una de las principales prioridades de mi gobierno», afirmó McCain, quien indicó que para lograr su objetivo pondría en marcha una «gran reforma» en Washington y Wall Street.
Sus palabras coincidieron con el lanzamiento de un nuevo anuncio televisivo, llamado «crisis», que recuerda las propuestas económicas de McCain, incluida su promesa de reducir los impuestos y la de efectuar exploraciones petroleras de alta mar. El comercial culmina con una foto de McCain y Palin y la palabra «experiencia», aunque, como Obama, ni el uno ni la otra tienen un historial ejecutivo.
McCain ha sido un miembro del Comité de Comercio del Senado, pero se especializa en temas de política exterior. Palin, por su parte, es la gobernadora de Alaska desde hace menos de dos años.
La campaña de Obama restó validez a los argumentos de McCain, al señalar que el senador ha estado en Washington durante 26 años y «no ha movido ni un dedo» para reforzar las regulaciones que podrían haber prevenido la crisis. Además criticó a McCain por proponer recortes fiscales multimillonarios para la grandes empresas, pero «ni un solo centavo» para los más de 100 millones de estadounidenses preocupados por sus ahorros y sus hipotecas.
Por su parte, Palin aseguró que ella y McCain lucharán contra los intereses creados y pondrán en marcha regulaciones que impidan que se repita una crisis como la actual, considerada la más peligrosa desde la de 1929-1930. «Vamos a poner fin a la mala gestión y los abusos en Wall Street», prometió la compañera de fórmula del senador por Arizona.
Como contracara, el compañero de fórmula de Obama, Joe Biden, aseguró durante un acto en Michigan que McCain adoptó las políticas fallidas del presidente Bush, y las tácticas del ex asesor político de la Casa Blanca Karl Rove. «La campaña que uno protagoniza habla de cómo uno gobernará», afirmó Biden durante su discurso, para añadir que McCain y Palin optaron por las divisorias tácticas de Rove, perjudiciales, según él, «si uno quiere liderar una nación indivisible».