Por Adrián Taccone

Boca e Independiente protagonizaron un "partidazo" en la Bombonera que terminó igualado 1-1, por la quinta fecha del torneo Apertura del fútbol argentino, pero que podría haber tenido un ganador de cualquiera de los dos bandos.

Los "xeneizes" se pusieron en ventaja con un gol de Rodrigo Palacio, a los 30 segundos del complemento, mientras que Independiente igualó a los 5 de esa misma etapa con un gol de cabeza de Darío Gandín.

Independiente terminó con nueve hombres por las expulsiones de Daniel Montenegro y el uruguayo Guillermo Rodríguez, pero aguantó el resultado con un buen juego colectivo y un buen planteo realizado por el entrenador Claudio Borghi.

El primer tiempo del clásico dejó poco para destacar, aunque en esas "gotitas" de fútbol Boca fue superior por actitud, determinación y un mejor juego colectivo, convirtiendo al arquero Assmann en una de las figuras de Independiente.

En ese contexto, Riquelme se mostró muy activo y el fútbol local giró en torno a su figura. Viatri tuvo la primera jugada clara para Boca, pero su remate se fue al lado del palo izquierdo de Assmann.

El colombiano Vargas se perdió el gol sólo frente a Assmann, pero respondió Núñez con un mano a mano ante Caranta, ya que su fuerte remate pegó en el travesaño y picó centímetros fuera del arco.

Sobre el final de la primera etapa Independiente niveló el juego por la mejor producción de Montenegro y la peligrosidad de Núñez, quien se retrasó para combinar con el "Rolfi" o bien con Gandín.

Pero lo mejor estuvo en el segundo tiempo, y las emociones se repitieron desde casi el inicio.

A los 30 segundos Viatri le bajó un balón a Palacio, el bahiense le ganó el mano a mano al uruguayo Rodríguez y con un zurdazo venció a Assmann para clavar el 1-0.

Independiente no se desesperó, y apostó a un juego asociado, siendo Montenegro el eje de los avances, y a los 5, Montenegro desbordó por derecha y su centro fue conectado por Gandín, para poner las cosas parejas.

Lo que vino después fue pura emoción y por momentos muy buen juego, en especial en los ataques de uno y otro equipo.

Montenegro guió a Independiente y Riquelme hizo lo propio en Boca, donde Ischia mandó a los juveniles Noir y Chávez -por Viatri y Dátolo- para tratar de oxigenar el ataque, algo que consiguió a medias.

La jugada clave llegó en el minuto 33, cuando se fue expulsado Montenegro, amonestado por una falta sobre Paletta y al mismo tiempo por haber ingresado al campo de juego sin autorización del árbitro Pablo Lunatti, a instancias de uno de sus asistentes.

La polémica se instaló en el campo de juego y los nervios se apoderaron de los hombres de uno y otro equipo, los de Independiente por la injusticia de la expulsión -a su criterio- y los de Boca porque veían correr el reloj y no podía definir el partido.

A los 43 del complemento se fue expulsado el uruguayo Guillermo Rodríguez, por un insulto a un asistente, y parecía que el cielo se nublaba para el "diablo rojo", pero sin embargo Independiente aguantó a pie firme con un buen planteo y hasta se podría decir sin meterse en su arco.

Boca lamentó la pérdida de los dos puntos e Independiente se va hinchado de orgullo por cómo terminó jugando.