Al caos en Bolivia se sumó la expulsión de embajadores norteamericanos en ese país y en Venezuela. Y la tensión entre Argentina y EEUU por la valija
A Estados Unidos le acaba de estallar su viejo "patio trasero" de Latinoamérica.
Y justo en un momento en que la principal potencia mundial está enfrascada en la contienda electoral con vistas a elegir al sucesor de George Bush.
Luego de la violencia que dejó al menos 10 muertos en Bolivia, el presidente Hugo Chávez expulsó al embajador de Estados Unidos en Venezuela y ordenó retirar su delegación diplomática de Washington como apoyo al Gobierno de Bolivia, que tomó una decisión similar en la víspera.
El líder bolivariano también amenazó con suspender el suministro de petróleo a los Estados Unidos, su principal cliente, si Washington agrede a su gobierno.
"Tiene 72 horas a partir de este momento el embajador yanqui en Caracas para salir de venezuela, en solidaridad con Bolivia y el pueblo de Bolivia", dijo Chávez en un mitin político en el estado noroccidental de Carabobo.
"Váyanse al carajo, yanquis de mierda", agregó Chávez en un acto de apoyo al candidato de su partido para las elecciones regionales de noviembre, celebrado en Puerto Cabello, 120 km al oeste de la capital.
El presidente expresó su solidaridad con su aliado y amigo, el mandatario de Bolivia, Evo Morales, que atraviesa una dura crisis política enfrentado a varios prefectos (gobernadores) y quien expulsó al embajador de Estados Unidos tras acusarlo de estar por detrás de las maniobras de la oposición.
"Aquí hay un pueblo digno, yanquis de mierda. Váyanse al carajo 100 veces", advirtió Chávez, quien mantiene tensas relaciones con Estados Unidos.