Argentina es un país muy complicado, es muy peronista y los sindicatos aeronaúticos están siempre hostigando la gestión de la empresa", advirtió ayer Vicente Muñoz Pérez, el subdirector general del grupo español Marsans.

El directivo español sostuvo que si se presentase la oportunidad "volvería a comprar Aerolíneas y Austral, pero las gestionaría distinto porque este es un país muy complicado y muy peronista".

Tras apuntar sus dardos contra los gremios aeronáuticos, Muñoz Pérez destacó que "hubo un hostigamiento permanente de los sindicatos que se tradujo en huelgas sin aviso y en pedidos de licencia médica por colitis en los pilotos, entre otras cosas extrañas".

Más allá de sus críticas a los dirigentes gremiales, el representante de Marsans se mostró "optimista" sobre la venta de Aerolineas y Austral al Estado y vaticinó que habrá "un rápido acuerdo. El Tribunal de Tasación va a hacer un trabajo profesional y va a dar el valor real de las compañías", estimó el subdirector de Marsans.

Anticipó que "la semana próxima estará la tasación del Credit Suisse", contratado por Marsans para valorar las empresas, e indicó que "si se respeta el acta acuerdo suscripta con el Gobierno, yo vendo las acciones comprometidas".

"Yo no sé el valor de las empresas. Eso lo van a decir los expertos el 13 de octubre", manifestó el ejecutivo, al referirse a la fecha en que se cumplirán los 60 días hábiles del acta acuerdo firmado entre Marsans y el Gobierno. Muñoz Pérez reconoció que "el pasivo de Aerolíneas es de US$ 890 millones, pero la deuda exigible es de sólo US$ 240 millones".