Hugo Chávez no tiene pelos en la lengua. Esta vez dijo que el juicio que se lleva adelante en Miami por la supuesta presión ejercida por agentes encubiertos sobre Guido Antonini Wilson "todo un show" y "está comprado por un grupo de empresarios protegidos" por las autoridades norteamericanas.

"Hay un juicio allá en Miami, un juicio que está comprado por un grupo de empresarios, protegidos. Todo un show", declaró el mandatario en un acto público, según consignaron las agencias AFP y ANSA.

Las declaraciones de Chávez surgen mientras que en Miami continuó hoy el proceso con nuevas acusaciones.

Al declarar esta mañana en Miami, el abogado venezolano Moisés Maiónaca, uno de los detenidos que se declaró culpable, aseguró que Chávez pidió al jefe de inteligencia de ese país que resolviera el escándalo en que había quedado inmerso su gobierno por el envío a la Argentina de un maletín con 800.000 dólares para la campaña presidencial de 2007.

"El presidente Chávez ya no confiaba en Rafael Ramírez (ministro de energía y presidente de la estatal petrolera PDVSA) y le encargó al general Henry Rangel Silva que se ocupara del asunto", dijo Maiónica, según consigna un cable de la agencia AFP.

El abogado, que fue detenido en Miami junto a otros dos venezolanos y un uruguayo acusados por Estados Unidos de actuar como agentes encubiertos de Venezuela, continuó de este modo, la declaración que había comenzado ayer.

"Lo que querían el general Henry Rangel Silva (jefe de la DISIP, órgano de inteligencia venezolano) y el gobierno de Venezuela era evitar que se hiciera de conocimiento público que el dinero era para la campaña de Cristina Kirchner", reiteró.

En el juicio -que comenzó formalmente ayer luego de que la semana pasada se seleccionara al jurado que deberá emitir sentencia- el fiscal estadounidense Thomas Mulvihill ratificó ayer que el dinero secuestrado al venezolano en el Aeroparque era "para la campaña presidencial de la entonces candidata en la Argentina, Cristina Kirchner".

En tanto, el fiscal y un testigo denunciaron que Chávez y el Gobierno intentaron hacer callar a Antonini.