La ex rehén fue reconocida por "su lucha en defensa de los derechos humanos y contra la violencia terrorista". Betancourt dijo que quiere "ser la voz de quienes no pueden hablar"
Ingrid Betancourt fue reconocida hoy en España con la entrega del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2008.
La ex rehén de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "personifica a todos aquellos que en el mundo están privados de su libertad por la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la violencia terrorista, la corrupción y el narcotráfico", argumentó el jurado tras su designación.
Tras "destacar la fortaleza, dignidad y valentía con las que Ingrid Betancourt se ha enfrentado a seis años de injusto cautiverio", el jurado expresó su deseo de "solidarizarse con todas aquellas personas que padecen las mismas dramáticas e inadmisibles condiciones que ella ha sufrido, así como con aquellos gobiernos que, al igual que el gobierno de la República de Colombia, trabajan por la consolidación del sistema democrático y las libertades cívicas", añadió el fallo difundido en Oviedo.
"Sé que no merezco semejante distinción, pero la recibo con mucho respeto y con mucha humildad", añadió Betancourt, quien en cambio ve "en este maravilloso suceso un feliz presagio para quien si la merece, mi amada Patria, Colombia, sedienta de Concordia y Paz"
Después de agradecer a España, que "siempre ha estado con nosotros, en los momentos de terrible dolor y en momentos como éste, de extraordinaria alegría", Betancourt concluyó agradeciendo: "Doy gracias a Dios y le pido que me guíe para poder responder con altura y sabiduría a las oportunidades que se abren para servir a los que sufren y ser la voz de quienes no pueden expresarse".