Advirtió que el país está listo para resistir un ataque de EEUU, pero también sostuvo que está dispuesto a normalizar relaciones con ese país, pero "en igualdad"
Fidel Castro se recupera satisfactoriamente de una cirugía mientras Cuba está movilizada con decenas de miles de hombres en armas contra un ataque de Estados Unidos, reveló el viernes su hermano Raúl, en las primeras declaraciones desde que asumió temporalmente el poder el 31 de julio.
También manifestó su disposición al diálogo para normalizar las relaciones con Washington "en un plano de igualdad", pese a que Estados Unidos calificó de "dinástica" la sucesión ocurrida en la isla.
"A estas alturas, deberían tener claro que con imposiciones y amenazas no es posible lograr nada de Cuba. En cambio, siempre hemos estado dispuestos a normalizar las relaciones en un plano de igualdad", dijo Raúl en declaraciones al diario oficial Granma, las primeras desde el 31 de julio, cuando asumió transitoriamente el mando de la isla.
En una amplia entrevista publicada en el diario Granma con el título "Ningún enemigo podrá derrotarnos", Raúl afirma que hay una "absoluta tranquilidad" en el país, pero que "se han tomado las medidas para prevenir cualquier intento de agresión".
El gobernante provisional, de 75 años, afirmó que el octogenario líder de la revolución, sometido a una cirugía intestinal que lo llevó a ceder el poder por primera vez desde 1959, sigue una "recuperación satisfactoria y gradual" gracias a la atención médica y a su "extraordinaria naturaleza física y mental".
Raúl afirmó que pese a la recuperación progresiva de su hermano y la calma que reina en la isla, permanecen movilizados decenas de miles de reservistas y milicianos para hacer frente a una eventual "agresión" de Washington.
La reacción no se hizo esperar. "Estados Unidos no tiene planes para invadir Cuba", dijo a la AFP Eric Watnik, portavoz del Departamento de Estado, al reiterar declaraciones ofrecidas por el jefe de la diplomacia estadounidense para la región, Tom Shannon, desde el 31 de julio.
Pero Raúl Castro, como hombre al timón del gobierno y de las Fuerzas Armadas, hizo propia la advertencia reiterada por dirigentes cubanos en los últimos 18 días, que Washington puede aprovechar la enfermedad de Fidel para atacar la isla.
"Nunca hemos echado en saco roto una amenaza del enemigo", dijo al referirse a declaraciones de George W. Bush sobre la situación actual de Cuba y al plan aprobado por el presidente estadounidense para acelerar una transición política.
Para Raúl no hay forma de alcanzar ese fin "que no sea la agresión militar", y para enfrentar ese "peligro real" Cuba activó su sistema de defensa basado en "la Guerra de Todo el Pueblo", que incluye a unos 50.000 hombres de las Fuerzas Armadas, una reserva de varios cientos de miles y un millón de las Milicias de Tropas Territoriales.