Será a través del BNDES y el Banco Nación. Cristina firmará con el presidente Lula da Silva créditos para solventar obras de infraestructura y exportaciones
Cristina Kirchner viajará este sábado rumbo a Brasil en busca de inversiones. Por lo pronto, el lunes firmará con Lula da Silva la puesta en marcha de una línea de crédito por unos 200 millones de dólares tendiente a financiar obras de infraestructura y exportaciones.
Según publica el diario Clarín en su edidión de este viernes, el acuerdo entre el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y los argentinos Banco Nación y Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) -la primera vez que el banco de fomento brasileño participa de un proyecto de financiación directa para empresas argentinas- será presentado como un paso clave para promocionar la integración entre ambos países.
"Tenemos que ver a Brasil como un socio y no como un competidor", le dijo ayer Daniel Scioli a Clarín. El gobernador bonaerense fue invitado por la Presidenta para participar del encuentro que mantendrá el lunes con Lula.
En marzo, Scioli acompañó al canciller Jorge Taiana en una misión comercial a San Pablo para tratar de reducir el déficit comercial de más de 4.000 millones de dólares que la Argentina tiene con Brasil. En ese viaje, el gobernador pudo escuchar personalmente los reparos de los empresarios brasileños para invertir en la Argentina. "El pago al Club de París abre oportunidades y acelera la llegada de inversiones. Ya nadie puede dudar, cumplimos con los compromisos internacionales", se entusiasmó ayer Scioli. Y agregó: "Hay que buscar un equilibrio para que no haya distorsiones".
Las asimetrías en la relación comercial es un tema que suele sobrevolar las cumbres de los presidentes de la Argentina y Brasil. Pero ese no será el único tema del encuentro. Ayer, funcionarios de las cancillerías de ambos países buscaban avanzar con el proyecto de eliminar el dólar del comercio bilateral y reemplazarlo por pesos y reales. Al menos hasta anoche, no estaba definido si habrá algún anuncio al respecto o se demorará unos días más. Tampoco se sabía con certeza si se firmarán acuerdos en materia de cooperación de Defensa o petróleo.
Lo cierto es que, más allá de los altibajos de la relación bilateral, Cristina llega a Brasil como "huésped de honor" de Lula para participar el domingo del desfile por el Día de la Independencia. La invitación está desde febrero, cuando Lula visitó la Argentina y estableció con Cristina un mecanismo de encuentros bilaterales cada seis meses. En el medio, y pese a la dura pulseada por la provisión del gas boliviano, tuvieron una reunión a principios de junio en Roma --donde ambos participaron de la conferencia de la FAO-- y Lula volvió a la Argentina en agosto junto a una importante delegación de empresarios.
En su primera visita como Presidenta a Brasil, Cristina se reunirá con Lula en el Palacio de Planalto (sede del Gobierno) para pasar revista a los proyectos acordados en febrero y darle impulso a las iniciativas comunes para la segunda mitad del año. También compartirán un almuerzo en el Palacio Itamaraty (sede de la diplomacia brasileña). Junto a Cristina viajarán el canciller, Jorge Taiana, el ministro de Planificación, Julio de Vido, y Scioli.
Todo eso ocurrirá el lunes. Pero el sábado, Cristina asistirá en Recife, en el estado de Pernambuco, a la inauguración de una planta de energía eólica de la empresa IMPSA, de Enrique Pescarmona. Pese a lo que había trascendido en un principio, no se encontraría allí con Lula, que estará en ese lugar el viernes pero regresaría a Brasilia ese mismo día. Tampoco concurriría Hugo Chávez, aunque en algún momento se había hablado de un encuentro tripartito.
El viaje, entonces, serviría en principio para medir cómo está la relación con Brasil, comprobar si cambió algo en la mirada exterior luego del anuncio del pago al Club de París y traer en los bolsillos, aunque más no sea, promesas de inversiones.