Tras la ola de rumores que se generó en Francia semanas atrás, la ministra de Justicia de Nicolas Sarkozy, Rachida Dati, confirmó hoy lo que se especulaba: está embarazada y no revelará el nombre del padre del hijo que espera.

"Tengo una vida privada compleja. (...) No diré nada al respecto", afirmó al explicar por qué no revelaba la identidad del padre del bebé, según adelantó el diario Clarín. Dati también declaró que, debido a su edad (tiene 42 años), todavía se encuentra "en una zona de riesgo". Y agregó: "Si se estabiliza, estaré feliz (...) Si no, estaré muy decepcionada, pero sabré llevarlo".

Dati es la primera hija de la inmigración en asumir un cargo de tal magnitud en Francia. Hija de un albañil argelino y una madre marroquí y mucama, con 12 hermanos y un casamiento forzado con un argelino desconocido por decisión parental, sólo conoció sacrificios y pagó sus estudios de leyes y economía trabajando de ayudante de enfermería. Después de la anulación de su matrimonio, nadie conoció una pareja de la ministra.

Tras ser elegida por Sarkozy primero para acompañarlo como asesora en el Ministerio del Interior y luego convertirse en su vocera de campaña, Dati se convirtió en la confidente del presidente y hasta en la mejor amiga de su ex esposa Cecilia. Hasta que apareció Carla Bruni.

"No llames al presidente a esta hora de la mañana porque él ahora está casado y a mí me gusta dormir" fue la primera exigencia de Bruni. Hasta entonces, era Dati quien lo despertaba. Un libro cuenta que un día Carla y Rachida estaban en las salas privados del Elíseo y Bruni señaló la cama presidencial y dijo: "¿Te hubiera gustado estar allí, no?".