Lula da Silva acudió al acto inaugural y se ´bañó´en crudo. "Estamos cavando tan hondo que cualquier día vamos a encontrar un japonés agarrado del taladro", bromeó
Hace unos meses que la noticia revolucionó el mundo y los mercados. Ni lento, ni perezoso, Brasil puso marcha su descubrimiento. "Estamos cavando tan hondo que cualquier día vamos a encontrar un japonés agarrado del taladro. Vamos a tener problemas internacionales", bromeó ayer el presidente Lula da Silva al participar en forma personal del bombeo inaugural de petróleo del primer pozo que explota las reservas a grandes profundidades halladas en 2007 -casi 5.000 metros desde el lecho marino, que a su vez se encuentra a 2.000 metros bajo el nivel del mar-.
Lula, desbordante, declaró que dudaba de que "alguien haya vivido un momento como el de hoy (por ayer)" en los 500 años de historia de Brasil. Para completar, soltó otro dato: en 2017, dijo según reprodujo el diario Clarín, las inversiones totales de la economía brasileña deberán superar 1,25 billones de dólares, cifra equivalente al actual PBI brasileño. Y presentó la producción de 18.000 barriles por día del pozo en alta mar como el mayor logro tecnológico de la estatal Petrobras.
En la plataforma JKP-34 (bautizada con el nombre de Juscelino Kubitstchek) de donde se extrajo literalmente el "primer litro" en forma industrial frente a las costas del estado de Espírito Santo, el presidente de Petrobras desenrolló un mapa junto al director de explotación petrolera de la empresa, Guilherme Estrella. Se podía ver allí cómo fue el proceso que dio lugar a la formación de esas fabulosas reservas petrolíferas que convierten a Brasil en un "emirato" sudamericano, probablemente a la par de Venezuela.
Esos reservorios profundos de crudo se formaron hace 130 millones de años, cuando se separaron Africa de América del Sur. Lula recordó la primera vez que Gabrielli le llevó la noticia: "Un día se me aparecieron por el Palacio del Planalto y me mostraron un mapa. Me dijeron que habíamos ido lejos y me hablaron de la capa pre-sal. Hasta entonces la única sal que conocía era la del bife y la de la ensalada." Relató que, luego de hablar con el titular de la petrolera y su director de producción, se quedó "tres días" preguntándose si lo habían engañado.
Junto a Lula estaba también el ministro de Minas y Energía, Edison Lobao. Este reservorio "pre-sal" llamado Campo de Jubarte (y que pertenece a la gran Cuenca de Campos) es, en verdad, el más sencillo de explotar. Ocurre que la capa de sal debajo de la cual se encuentra el yacimiento es de sólo 200 metros de espesor. Sin embargo, su explotación en escala industrial permitirá a los técnicos observar cómo se comporta toda la enorme franja petrolera que se encuentra bajo esa camada salina. En el caso de la Cuenca de Santos, las profundidades son mucho mayores: llega a 5.000 metros de espesor la capa que es preciso perforar, a partir de un lecho marino que se encuentra a 2.000 metros de profundidad.
Sobre Jubarte no hay precisiones de a cuánto llega la cantidad total de petróleo. No lo tienen estimado o no quieren dar los datos. En cambio, se sabe que el potencial de la Cuenca de Santos es muchísimo mayor. Sólo una de las áreas, conocida como Tupí, alberga en su interior unos 8 millones de barriles de crudo. La capa pre-sal se extiende en buena parte del litoral brasileño. De Espírito Santo se prolonga hasta Santa Catarina, en una extensión de más de 1.800 kilómetros y a una distancia que puede llegar a 300 metros de la costa. Petrobras invirtió 1.100 millones de dólares en la perforación de 15 pozos en ese reservorio y ésta es la primera experiencia productiva en escala comercial.