Pesar por el fallecimiento de Osvaldo Alvarez Guerrero
Falleció esta madrugada debido a un problema cerebro vascular. Desde la UCR expresaron su profundo pesar por la desaparición del ex gobernador de Río Negro
28 de julio de 2008
Tenía 77 años. Era Abogado, radical, intelectual de centro izquierda, y fue el primer gobernador después del retorno a la democracia en Río Negro. Esta madrugada falleció a causa de un problema cerebro vascular. Así lo informó el Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, a través de un comunicado de prensa.
"Lamentamos informar que falleció a la medianoche, a causa de un problema cerebro vascular, Osvaldo Alvarez Guerrero, vicepresidente y Director del Instituto de Análisis Político de la Fundación Arturo Illia (FAI), y ex Presidente de la misma", anunció el Consejo Directivo Fundación Arturo Illia a través de un comunicado.
Según informaron desde la entidad, sus restos serán velados desde las 9 y hasta las 13, en el Comité Nacional de la UCR, Alsina 1786, Capital.
"En lo personal, estimamos que se ha ido el más importante historiador y teórico del Radicalismo", reafirmó el Partido a través de la carta difundida a los medios donde aseguran que "quienes compartimos con Osvaldo actividades comunes, afirmamos que se fue una gran persona y un mejor amigo".
"El Flaco", como era conocido en el ámbito político, fue uno de los fundadores del Movimiento de Renovación y Cambio que condujo Raúl Alfonsín. Se había afiliado a la UCR del Pueblo, en 1958, en Vicente López, y mantuvo su afiliación a la UCR sin interrupciones desde entonces. En el Comité Seccional de dicha Ciudad de la Provincia de Buenos Aires, fue Secretario de la JR, y Secretario del Comité Seccional, a los 22 años de edad - en 1963.
En junio de 1964 se trasladó a Viedma, provincia de Río Negro, y fue designado Subsecretario de Asuntos Sociales en el Gobierno constitucional del radical Carlos Nielsen. En ese cargo permaneció hasta el 28 de junio de 1966, fecha en la que se produjo el golpe de estado que destituyó al Presidente Arturo Illia y que instauró la dictadura militar del General Onganía.
Durante esos años, fue Profesor de Sociología en el Instituto Superior de Humanidades de Río Negro y fue delegado reorganizador de dicho establecimiento terciario. Presidió el Instituto Provincial de Vivienda, el Instituto de Previsión Social, y organizó la Dirección de Cultura.
Después del Golpe Militar de 1966, se estableció en San Carlos de Bariloche, donde ejerció la profesión de abogado, la docencia (Filosofía y Lógica Simbólica), y el periodismo (corresponsal de La Nación).
En 1968 fue premiado por la Revista de Occidente para ensayistas menores de 30 años, por su trabajo "Mariano José de Larra y la Generación Argentina de 1837", publicado en esa revista española que fundara Ortega y Gasset.
En 1972 integro la Junta de reorganización de la UCR en Río Negro. Fue uno de los fundadores del Movimiento Nacional de Renovación y Cambio, línea interna de la UCR, que se constituyó bajo el liderazgo de Raúl Alfonsín y Conrado Storani, en 1972.
Fue elegido Diputado Nacional por la UCR de Río Negro en 1973, fecha en la que también ocupó la Presidencia del Comité Provincia de Río Negro.
En la Cámara de Diputados de la Nación integró el grupo de los Diputados de Renovación y Cambio, junto a Raúl Borrás, Mario Abel Amaya, Adolfo Gass, María Teresa Morini y Carlos Bravo. Integró la mesa directiva del Bloque de Diputados Nacionales y las de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Hacienda, Comunicaciones y Ciencia y Tecnología, ésta última creada por su iniciativa. Intervino en todos los debates importantes durante ese periodo de 1973-76: Ley Universitaria, Reforma Impositiva, Comisión Investigadora de los contratos telefónicos, Intervención Federal en la Provincia de Córdoba, entre otros.
Producido el Golpe de Estado que estableció la dictadura del Proceso de Reorganización Nacional, fue detenido desaparecido durante 72 horas. La intervención del partido y la gestión de denuncia de Illia lograron su puesta en libertad, pero no impidieron que se le anulara el pasaporte y se le prohibiera viajar al exterior.
Durante la dictadura fue destacado defensor de detenidos políticos. Ocupo cargos directivos en el Colegio de Abogados de Bariloche, y en la Federación Argentina de Colegio de Abogados.
Sus notas y actividades opositoras al Proceso, fueron sancionadas por un decreto de la Gobernación de Río Negro, por el cual se le prohibió toda aparición pública y se lo declaró "inhabilitado para el diálogo".
Una nota periodística le otorgó trascendencia nacional e internacional, al oponerse en ella a la invasión militar que originó la Guerra de las Malvinas.
Durante todo ese período de la dictadura fue activo colaborador de Alfonsín y Conrado Storani; participaba en las actividades clandestinas de la UCR, prohibidas por el régimen y en octubre de 1983, fue elegido Gobernador de Río Negro con el 63% de los votos.
Cumplió íntegramente el mandato, entre 1983-87. Su gestión fue reconocida por su progresismo: reforma educativa, promoción de los derechos humanos, protección de los derechos sociales, políticas de Vivienda y Construcción de importantes obras publicas, gasoductos y líneas eléctricas de Alta Tensión, Plan de Salud e instauración y extensión del Seguro de Salud.
Promovió la Reforma de la Constitución de Río Negro para adaptarla al "Proyecto Nacional" de Alfonsín, que contemplaba también el traslado de la Capital Provincial, cuando Alfonsín pensaba trasladar la capital nacional a Viedma. Su proyecto de Reformas excluía expresamente la reelección del gobernador, que rechazo explícitamente.
En 1986, publicó su primer libro: Política y Ética Social. Yrigoyen y el Krausismo. Al año siguiente, la UCR triunfó en las elecciones, y Álvarez Guerrero fue elegido diputado nacional (1987-1991). En 1989 publicaría un segundo libro, Las Razones de la Libertad (Las Plataformas de la UCR 1937-1989), y en 1991 su tercero Las Mascaras del Poder. Lebensohn y Cooke.
En 1991, fue electo Presidente de la Convención Nacional del ese Partido. Desde ese cargo se opuso tenazmente al Pacto de Olivos y a la Reforma de la Constitución consecuente, como también se opuso a diversas políticas menemistas: en 1992 denunció la ilegalidad e inconveniencia de la privatización de YPF y luego plantearía oposición a las privatizaciones de empresas estatales de servicios públicos esenciales y propuso su revisión legal.
En 1994 renunció al cargo, por oposición a las nuevas líneas políticas que condujeron a la Candidatura a Presidente de Horacio Massaccesi y al pactismo con el Gobierno de Carlos Menem que se originó la Reforma Constitucional de 1994.
Desde entonces se dedicó al estudio y la investigación de temas como el análisis del discurso político y la filosofía social; a la tarea docente (UBA-Ciencias Políticas), y dio conferencias en seminarios y coloquios en Universidades e Instituciones académicas nacionales y extranjeras. Presidió la Fundación Arturo Illia para la Democracia y La Paz.