Mauricio Macri tuvo su pansazo protagónico en la inauguración de la 122º Feria del campo en el predio de La Rural. Es que él fue la máxima autoridad gubernamental que estuvo presente en el acto. El oficialismo brilló por su ausencia.

En ese sentido, también fue protagonista de los máximos agradecimientos de parte del jefe de La Rural, Luciano Miguens, por haberle abierto las puertas al campo en el acto en el Monumento de los Españoles.

Pero Macri no se quedó atrás y respaldó al campo. "La gente está pidiendo menos enojos y menos confrontación", aseguró el jefe de gobierno porteño.

Consultado sobre la posibilidad de que el recambio en la Jefatura de Gabinete pueda provocar más modificaciones y sirva para "oxigenar" el Gobierno, afirmó: "Creo que se verían con agrado, no sólo hombres diferentes, sino estilos diferentes. Sobre todo estilos diferentes".

Insistió en que "la gente espera un cambio" y planteó que "a veces, con la misma gente y el mismo estilo el cambio no se produce". Por otra parte, negó haber "presionado" para que se produjera el reemplazo de Fernández por Sergio Massa.

Poco después, en el discurso que siguió al de Miguens, Macri elogió la unidad que lograron las cuatro entidades del agro durante el conflicto y evaluó que, más de 130 días de crisis, el sector vive una etapa histórica. "Espero que la historia lo recuerde como un punto de inflexión", afirmó el jefe comunal.

Enseguida, destacó la importancia de implementar políticas que permitan aprovechar la "enorme necesidad de alimentos que tiene el mundo" y aseguró que, gracias a este panorama internacional, el país "tiene una autopista de crecimiento marcada".

No obstante, planteó que las claves para hacer frente al favorable escenario externo son la infraestructura y la energía. "Con los mismos caminos y la misma capacidad energética no podemos aprovechar esta oportunidad. Necesitamos infraestructura para que esa nueva burguesía ponga en acción esa capacidad y para que la Argentina recupere su lugar en el mundo", razonó.