El ex jefe de Gabinete habló tras la polémica renuncia. "No creo que tengan que renunciar el resto de los ministros y no quiero complicarle la vida a Cristina", aseguró
"Sentí que no tenía sentido seguir en un lugar donde me costaba sostener lo que yo pensaba. Creo que en este momento, sinceramente no estoy ayudando. Es más lo que complico que lo que ayudo, y por eso al decisión", fueron las primeras declaraciones del ex jefe de Gabinete que sonaron como una confesión, en un reportaje con radio 10, según reprojudo el diario La Nación.
Consultado por la posibilidad de que su paso al costado genere más cambios en el Gobierno, aseguró: "No creo que tengan que renunciar el resto de los ministros y tampoco tomé la decisión para complicarle la vida a Cristina, sino para facilitarcela". No dio nombres y tampoco se refirió a la situación de secretarios fuertemente cuestionados, como Guillermo Moreno y Ricardo Jaime.
No obstante, enseguida se expresó en términos similares a los de su carta de renuncia que se conoció ayer. "Hay que sobreponerse, seguir y escuchar. Creo que mi renuncia fue un poco para eso, para poder escuchar". Y reafirmó: "Entendi que lo mejor era decirle a la Presidenta que lo mejor era que encarara una nueva etapa".
"Estamos en un momento difícil y hay que salir adelante. El país tiene una gran presidenta, a la cual han sometido ha debates incomprensibles, tales como el caso de la valija y el tema del campo", añadió en el mismo sentido.
Ayer, en el texto con el que comunicó oficialmente su decisión, Fernández había asgurado que su dimisión tenía como "firme propósito" de "facilitarle" a Cristina Kirchner "a selección de sus equipos de trabajo".
Pese al reconocimiento de que su margen de maniobra en el Gobierno se vio seriamente acotado en los últimos tiempos, Fernández no ahorró en elogios ni hacia Cristina ni hacia Néstor Kirchner.