La crisis de Gobierno, impulsada por la larga pelea con el campo, ya arrojó datos concretos: la industria cayó 4 por ciento en junio. Alerta rojo para el Gobierno
La crisis política y la larga pelea con el campo ya tuvo su impacto sobre la economía.
El extenso paro del agro pegó con fuerza en la producción industrial durante junio, ya que subió sólo 1,8 por ciento en comparación con igual mes del año pasado, al tiempo que registró una baja de 4 puntos respecto de mayo, informó hoy el INDEC.
De acuerdo con datos anticipados del Estimador Mensual Industrial (EMI), la producción manufacturera acumuló en el primer semestre un alza del 6,2 por ciento con relación a igual período de 2007.
Los datos oficiales de junio demuestran claramente los efectos del conflicto en el campo que derivó en bloqueos de rutas y terminó complicando a la industria.
Frente a este escenario, el nivel de capacidad instalada que se ubicó a fines de junio en el 71,9 por ciento, contra 74,9 de mayo anterior y 72,8 de igual mes de 2007.
Desde el punto de vista sectorial, los bloques que presentaron una mayor utilización de la capacidad instalada en junio fueron las industrias metálicas básicas, la refinación del petróleo y el rubro textil.
Por el contrario, los sectores que registran los menores niveles de utilización en dicho mes fueron los productos alimenticios y bebidas, los fabricantes de vehículos automotores y la producción de cigarrillos.
La actividad industrial del segundo trimestre de 2008 con relación al primero registró un incremento del 1,4 por ciento en términos desestacionalizados.
Los bloques que presentaron las mayores tasas de crecimiento en junio con respecto a igual mes del año anterior fueron las industrias metálicas básicas y los automotores.
Para la misma comparación, los bloques industriales con las mayores caídas fueron los productos alimenticios y bebidas y la refinación del petróleo.
Con referencia a la encuesta cualitativa, que mide las expectativas de las firmas para el tercer trimestre del año, el 78,6 por ciento anticipó un ritmo estable de la demanda interna.
En tanto, el 18,4 por ciento de las empresas prevé una suba y, en cambio, el 13 por ciento vislumbra una baja, siempre para el tercer trimestre del año.