Mientras siguen los bombardeos cruzados hacia uno y otro lado de la frontera entre el Líbano e Israel, el representante israelí ante la ONU, Dan Gillerman, expresó hoy la oposición de su país a la propuesta de Rusia de un alto el fuego de 72 horas por razones humanitarias.

"Sería una muy mala solución a la crisis, pues esta resolución "permitiría al Hezbollah retomar sus fuerzas y reorganizarse", declaró el embajador de Israel a la radio pública hebrea.

El diplomático estimó que la proposición rusa reflejaba más que nada el deseo de Moscú de "manifestar una política independiente" en la perspectiva de una solución al conflicto.

Ayer, Rusia presentó ante el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución muy corto que "llama a un cese inmediato y completo de las hostilidades por un periodo de 72 horas, por razones humanitarias".

El proyecto "suplica a todas la partes implicadas y a la comunidad internacional que entreguen con urgencia toda la asistencia humanitaria requerida a la población civil del Líbano" y llama a "esfuerzos diplomáticos extraordinarios para lograr sin nuevas postergaciones una solución política de la crisis".

Mientras tanto, la aviación israelí bombardeó diversas regiones del Líbano, entre ellas el suburbio sur shiíta de Beirut: la localidad fue blanco de doce ataques en una hora.

Los aviones israelíes también atacaron el norte, el este y el sur del país, matando a por lo menos 11 civiles y dejando heridos a otros tantos, según la policía local.

Por su parte, Hezbollah aseguró hoy que su brazo armado, la "Resistencia Islámica", ha causado "quince muertos o heridos" en las filas del ejército israelí al repeler una incursión en la zona de Aita Chaab.

Además, la milicia afirmó haber lanzado una nueva andanada de misiles contra la ciudad de Haifa. Habrían sido al menos 14 cohetes que impactaron en por lo menos dos edificios y dejaron varios heridos, informaron medios israelíes.