La Iglesia Católica no está dispuesta a una apertura y lo dejó claro al cuestionar que los anglicanos hayan aprobado la ordenación de mujeres obispo.

Este hecho, según el Vaticano, representa el "mayor obstáculo para la reconciliación entre la Iglesia Católica y la Iglesia de Inglaterra", señaló en un comunicado el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.

El lunes por la noche, el parlamento eclesiástico anglicano, el Sínodo General, votó a favor de la ordenación de mujeres obispo.

La decisión se produjo 15 años después de que la Iglesia de Inglaterra, en una actuación condenada por el Vaticano, comenzó la ordenación de mujeres sacerdotes en Inglaterra y Gales.

"La posición Católica sobre el tema fue expresada con claridad por los Papas Paulo VI y Juan Pablo II" indicó el comunicado hecho público hoy por el Vaticano.

Ambos pontífices argumentaron que Jesús eligió sólo apóstoles hombres, como razón para que las mujeres sean excluidas del obispado, posición que también sostiene el Papa Benedicto XVI.

En su lugar, la decisión de la Iglesia de Inglaterra "significa una ruptura dentro de la tradición apostólica que es sostenida por todas las Iglesias desde el primer milenio", refirió el Vaticano en dicho comunicado.

El lunes, el Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra, reunida en York, al norte de Inglaterra, votó también por la introducción de un "código de práctica" que permita que clérigos y parroquias puedan "llamar a un hombre" si objetan servir bajo las órdenes de una mujer obispo.

El objeto de este código es aplacar a unos 1.300 clérigos que amenazaron con abandonar la Iglesia si no se acuerda salvaguardas para los tradicionalistas que se oponen a la ordenación de mujeres obispo.

La Comunión Anglicana es una de las comunidades cristianas más numerosas del mundo, con aproximadamente 78 millones de miembros.