La Cámara del Crimen sobreseyó a un hombre que alteró de manera parcial la patente de su automóvil, ya que esa conducta, a criterio de los jueces, no constituye delito
La Justicia determinó que tapar la patente del auto no significa cometer un delito.
Así lo entendió la Sala Cuarta de la Cámara del Crimen, que sobreseyó a un hombre que alteró de manera parcial la patente de su automóvil.
Se trata del propietario de un Ford Ka que el 15 de junio de 2007 estaba mal estacionado sobre la calle La Pampa al 2700 de esta Capital, y "exhibía la alteración parcial de uno de sus números, puntualmente el 3".
En el fallo al que tuvo acceso Télam, los camaristas Alberto Seijas y Carlos González coincidieron que "la conducta de quien efectuó maniobras para dificultar la correcta visualización de la chapa patente trasera de un vehículo no constituye alguna de aquellas conductas previstas por el tipo penal bajo análisis".
"La maniobra realizada sobre un dígito no implicó la transformación de su numeración original en otra, de modo tal que esa operación pudiera representar un cambio y, consiguientemente, una adulteración", estimó Seijas.
González se pronunció a favor de exculpar "a los supuestos de ocultamiento burdos y fácilmente detectables, así como totales o parciales de la numeración individualizadora".
Con respecto al dueño del Ford Ka, los camaristas resaltaron que el gobierno de la ciudad pudo "determinar con certeza el número afectado y por dicha razón individualizar al rodado y a su propietario, a quien se logró notificar de la infracción".
El tercer camarista de la Sala, Marcelo Lucini, en cambio, entendió que "una maniobra tal como la acreditada posee idoneidad para modificar el dominio del vehículo y posibilita su circulación con una denominación incompleta".
"Basta entonces con que la modalidad adoptada por el agente consiga eludir la actuación de la autoridad o dificulte la identificación del automóvil en la vía pública por los particulares, para que exceda el marco contravencional" y se convierta en delito, concluyó.