Los países más industrializados debaten en Japón las problemáticas mundiales. Manifestantes antiglobalización se movilizan en señal de protesta
El cambio climático, el alza en los precios del petróleo y la crisis alimentaria serán los ejes de la cumbre de los ocho países más industrializados del mundo (G-8) que comenzó esta mañana en la ciudad japonesa de Toyako, en la que se llevan adelante decenas de protestas.
En una muestra de la importancia que se le dará al tema durante la cumbre, Yasuo Fujuda, el primer ministro japonés y anfitrión del encuentro, dijo ayer durante una conferencia de prensa conjunta con Bush que "los elevados precios del petróleo y de los alimentos están teniendo un efecto negativo en la economía mundial".
Según anunció el diario La Nación, ante el alza en los precios mundiales del petróleo, los líderes buscan instar a los principales productores a aumentar la producción, y este sentido también instaron a que se den pasos que mejoren la eficiencia energética y desarrollen fuentes alternativas de energía dentro de sus propias economías.
De igual forma, existen críticas crecientes al hecho de que el G-8 excluye a otras economías de relevancia, como China, India, Brasil, México y Sudáfrica. Por ello, los líderes de esas naciones tienen previsto reunirse pasado mañana con los líderes del G-8.
Mientras tanto, miles de manifestantes antiglobalización han sido relegados a una orilla del lago Toya, situado en el cráter de un volcán, mientras en la orilla opuesta los líderes se alojan en un lujoso hotel ubicado en la cima de una montaña.
Con el motivo de la celebración de la cumbre, Japón movilizó casi 20.000 agentes policiales en Hokkaido, incluídos muchos que llegaron de otras partes del país, para evitar cualquier atentado terrorista.
El cambio climático es uno de los temas principales de la reunión, y muchos esperan que el G-8 aporte algunas señales sobre su compromiso con la reducción de los gases invernadero para avanzar en las conversaciones encabezadas por la ONU, que buscan reemplazar el protocolo de Kioto sobre el cambio climático, el cual expira en 2012.
El premier japonés adelantó que quiere lograr en la cumbre un acuerdo para reducir en un 50% las emisiones de gases invernadero para el 2050. Sin embargo, algunos países europeos y naciones en desarrollo prefieren el establecimiento de metas para reducir esas emisiones para el 2020.
Los científicos señalan que esos objetivos son necesarios para evitar los peores efectos del calentamiento global, pero pocos esperan grandes concesiones de Bush, quien insiste en que China e India, economías de crecimiento rápido y países que figuran entre los mayores contaminantes del mundo, sean sujetos también a estándares para reducir las emisiones.
El propio Bush señala que una prioridad de la cumbre de este año es no tanto la de plantear nuevas iniciativas, sino la de cumplir las aceptadas en encuentros anteriores, especialmente las promesas de ayuda de salud para países africanos y pobres. "Necesitamos mostrar al mundo que el G-8 puede ser responsable por sus promesas y dar resultados", dijo de cara a la cumbre.
La crítica situación que atraviesa el país africano también se sitúa entre los principales temas a debatir en la agenda de la cumbre. En ese sentido, la canciller alemana, Angela Merkel, que los líderes hablarán "sobre la forma en que podemos endurecer las sanciones contra Zimbabwe".
En tanto, el presidente estadounidense dijo tras entrevistarse con líderes africanos al margen de la cumbre del G-8 que está "muy decepcionado" por la reelección "fraudulenta" del presidente Robert Mugabe. "Estoy profundamente preocupado por el pueblo zimbabwense, y estoy muy decepcionado con la elección, que considero fraudulenta", dijo.
El presidente estadounidense hizo sus declaraciones a la salida de una reunión de trabajo entre los jefes de Estado y de gobierno de los países del G-8 y de los siete países africanos invitados (Sudáfrica, Argelia, Etiopía, Ghana, Nigeria, Senegal, Tanzania).
En opinión de Sarkozy, el presidente de Francia, el grupo formado por las siete naciones más industrializadas y Rusia debe expandirse e incluir a países emergentes como China o la India.
"Soy de los que consideran que no tiene sentido que nos sigamos reuniendo de a ocho para solucionar los grandes problemas del mundo sin invitar a China con sus 1.300 millones de habitantes o a la India con sus mil millones", dijo Sarkozy en vísperas de su viaje a Japón.