Los delegados del subte acataron la conciliación y levantaron el paro. El Ministerio de Trabajo instó a las partes a suspender la huelga. Igual, no descartan más medidas
El Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria en el conflicto gremial que deja sin subterráneos a miles de personas en la Capital Federal, según el documento al que accedió a Infobae.com.
La resolución intimó a las partes a garantizar la partida de las formaciones y "dio por iniciado un período de conciliación obligatoria por el plazo de quince días".
La medida surgió ante el incumplimiento de los delegados sindicales de lo pactado esta tarde por el gremio en el Ministerio de Trabajo, que se había comprometido poco después de las 17:50 a reanudar el servicio de pasajeros.
Tras el cese de la medida, Néstor Segovia afirmó que "si la empresa mañana no respeta el acuerdo", ellos van "a tener que levantar la conciliación obligatoria". Según el representante sindical lo alcanzado entre los gremios y el ministerio de Trabajo "puede ser parte de una maniobra dolosa".
Sin embargo, Segovia señaló que la gente "debe quedarse tranquila porque va a haber trenes”.
“La Unión Tranviarios Automotor (UTA) no sólo defiende los intereses de los trabajadores sino que también respeta a millones de usuarios que ahora son nuevamente rehenes de unos pocos señores que por ser delegados se creen los dueños de la verdad y se tiran sobre las vías e impiden la prestación normal del servicio”, señaló Alberto Fernández, titular del gremio, al salir la reunión en Trabajo.
La vocera de Metrovías, Lucila Maldonado, indicó que primero los sindicalistas intentaron interrumpir un curso de capacitación que se dicta a los empleados.
“Como no lo lograron, fueron a parar la línea C del subte. Allí, algunos se tiraron a las vías para impedir la salida de las formaciones”, informó.
Lo cierto es que los delegados del gremio del subte paralizaron desde las 10:20 los subterráneos de las líneas C y D en protesta por un nuevo sistema de promociones y ascensos. Minutos más tarde, hicieron lo propio en el ramal B, y por último afectaron la líneas A y E.
Antes, los empleados de la línea A habían liberado los molinetes para que los pasajeros viajen gratis, pero sin afectar el servicio.