Diversos analistas temen que el conflicto con el agro provoque una desaceleración de la economía argentina. Y por eso inventaron este neologismo
En el segundo semestre, la Argentina puede ingresar en un proceso de 'agfriamiento'.
Ese es el neologismo de moda entre los analistas para describir la economía del segundo semestre: "agfriamiento", dícese de la desaceleración profundizada por el conflicto con el agro (de allí el "ag"), publica el diario Clarín.
"Había ya síntomas desde principios de año de una menor actividad en la economía, pero la pelea con el campo terminó de concretar el quiebre", dice Ricardo Delgado, director ejecutivo de Ecolatina. Para Delgado, hay varios indicadores que muestran muy claramente el fenómeno:
«+ El salario real está cediendo por culpa de una inflación que su consultora, mediante un relevamiento propio con una metodología similar a la del INDEC pre-intervención, sitúa hoy en un 25-27%.
«+ Esto, a su vez, hace que las compras en supermercados y shoppings crezcan, en cantidades, la mitad de lo que lo hacían en 2007.
«+ El consumo de energía, que también de moderó, es otro de los factores a tener en cuenta. "Desde mitad de 2007 la demanda de electricidad arroja una importante desaceleración que no se explica sólo por cuestiones climáticas", explica Delgado.
Bernardo Kosacoff, director de la CEPAL Argentina, marca que algunas industrias también adelantaron producción en el primer semestre previendo escasez de energía. En otros sectores, como la construcción, la actividad se mantiene con los edificios que faltan terminar, pero cayeron los permisos otorgados para arrancar con las obras.
Para Fernando Navajas, de FIEL, "la inflación que sube por una expansión muy fuerte lamentablemente no baja luego simétricamente. El tema de las expectativas y de la formación de precios es lo que hace la diferencia".