Un estudio reveló que son narcisistas, manipuladores y egocéntricos, rasgos que ellas valoran como "masculinos". Más detalles para saber detectar al "mujeriego"
Ahora resulta que por lo que el género femenino sufre desde su origen, ese encantador mujeriego que deleita por sus conquistas, pero que hace sufrir por picaflor, fue protagonista de un estudio científico.
La investigación fue realizada en los Estados Unidos y publicado en "New Scientist", e indagó sobre las características psicológicas, la duración y la cantidad de parejas sexuales de 200 estudiantes universitarios de 21 años.
Los doctores en psicología David P. Schimitt de la Universidad de Bradley, Illinois, y Peter Jonason de la Universidad Estatal de Nuevo México, en Las Cruces, agruparon a aquellos estudiantes que hubiesen reunido la mayor cantidad de mujeres en su historial sexual. Conclusión: vieron que los conquistadores que ellas más prefieren (aunque a veces sólo se trate de una fascinación temporaria) reúnen algunos de estos rasgos: Estilo maquiavélico: manipuladores con gran capacidad para seducir a los demás.
Extremadamente narcisistas: Creen que llegaron al mundo con el derecho de explotar a los demás. Buscan la admiración de los otros y estatus. Tienen una estructura psicopática: son muy impulsivos, buscan las grandes emociones.
"A diferencia de lo que se creía, que se trataba de tipos desadaptados, hemos concluido que son hombres que representan socialmente a quienes pueden tener un estilo de vida explosivo, de relaciones de corto plazo y con alta capacidad reproductiva", indicó a Clarín Jonason vía e-mail.
El estereotipo que definiría a "los malos que todas las chicas quieren tener" es el del sensual, atrevido y audaz, como James Bond. Pero mirando más atrás, también aparece James Dean, el símbolo de la perfecta mezcla de belleza, rudeza y sensualidad. Así como el intenso Pete Doherty, músico inglés que sedujo a la top model Kate Moss.
En la Argentina, el mujeriego, vulgarmente llamado "garca", también mueve el avispero de las jóvenes. Es ese que manda cartas, mira sin parar, envuelve con sus palabras hasta llevar a la "ilusa" a la cama. Otros personajes que bien merecerían un estudio son los "buenazos", como los que aparecen una publicidad de desodorante masculino, o los "patéticos", con lo que a veces se sale "por lástima", o ese "amigo gay no gay", que está siempre disponible pero con el que no se pueden hacer planes a largo plazo.
En fin, múltiples formas que toma un hombre con un único objetivo: conquistar. Y múltiples maneras que una mujer se deja enredar, a veces, haciéndole creer al "mujeriego" que él es el protagonista de una conquista servida.