21 de noviembre de 2024
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Argentina y Brasil, todo igual
La Argentina mejoró mucho respecto del flojo domingo ante Ecuador y por momentos se llevó por delante a Brasil, cuando Messi casi convierte un golazo. Los hinchas brasileños se fueron decepcionados
18 de junio de 2008
Por Adrián Taccone
Argentina careció de precisión en el "tiro del final" -con un remate de Lionel Messi que contuvo Julio César- y se trajo un empate sin goles ante Brasil en un entretenido encuentro disputado en el estadio Mineirao, por la sexta fecha de las eliminatorias sudamericanas de cara al Mundial de Sudáfrica 2010.
El equipo conducido por Alfio Basile dejó una mejor imagen que su rival, en el superclásico sudamericano, aunque también estuvo a punto de perder, pero la capacidad de Roberto Abbondanzieri para evitar dos mano a mano, fue vital en esa tarea.
Demasiada tensión se vio desde el inicio del partido, sabida es la rivalidad entre Argentina y Brasil, pero que se potencia por los momentos que ambos transitan en las eliminatorias sudamericanas con miras al Mundial de Sudáfrica 2010.
En el primer tiempo Argentina mostró muchas falencias en la defensa, porque la movilidad del potente Julio Baptista complicó y mucho al mediocampo albiceleste, sobre todo cuando combinó con Robinho y Adriano.
En ese contexto apareció la figura de Roberto Abbondanzieri, primero para taparle un mano a mano a Julio Baptista, de manera espectacular, y luego con una escapada de Robinho al que supo atorar para cerrarle el ángulo de disparo.
No obstante, en Argentina se vieron muchas falencias para crear juego, no así para la recuperación en el medio, donde Mascherano y Gago se mostraron en buena forma para esos menesteres.
Lejos Messi de Riquelme, el delantero Julio Cruz quedó demasiado solo para poder tener alguna chance criteriosa ante el arco defendido por Julio César, y por eso también Argentina perdió peso en los últimos metros del área.
Para la segunda mitad Argentina adelantó unos metros su juego, mostró movilidad en Riquelme y en Messi, para poder pelearle el partido a Brasil en el mediocampo.
Pero también en ese juego de posiciones se vio a un Fernando Gago con mucha clase, bien apoyado por Mascherano y ahí estuvo el termómetro de parte del partido.
El arbitraje del colombiano Oscar Ruiz no fue el deseado, porque cortó demasiado el juego en cada sector del campo, a veces con demasiado celo.
Brasil tuvo su primera chance a los 16, con un tiro libre que Abbondanzieri sacó junto al ángulo superior derecho.
Sobre los 25, Messi elaboró una muy buena jugada individual por la izquierda, tocó para Riquelme, pero el remate del jugador de Boca le llegó mansita a las manos de Julio César.
El ingreso de Sergio Agüero por Julio Cruz fue una apuesta que hizo Basile para ver si podía desnivelar el juego en los últimos metros, pero si bien el delantero del Atlético de Madrid combinó con Messi y Riquelme, el capitán brasileño Lucio estuvo muy acertado en cada intervención.
Gago fue la rueda de auxilio para cada compañero, y mostró la capacidad necesaria para poder asistir a todos y ser el hombre más importante de Argentina.
Argentina careció de precisión en el "tiro del final" -con un remate de Lionel Messi que contuvo Julio César- y se trajo un empate sin goles ante Brasil en un entretenido encuentro disputado en el estadio Mineirao, por la sexta fecha de las eliminatorias sudamericanas de cara al Mundial de Sudáfrica 2010.
El equipo conducido por Alfio Basile dejó una mejor imagen que su rival, en el superclásico sudamericano, aunque también estuvo a punto de perder, pero la capacidad de Roberto Abbondanzieri para evitar dos mano a mano, fue vital en esa tarea.
Demasiada tensión se vio desde el inicio del partido, sabida es la rivalidad entre Argentina y Brasil, pero que se potencia por los momentos que ambos transitan en las eliminatorias sudamericanas con miras al Mundial de Sudáfrica 2010.
En el primer tiempo Argentina mostró muchas falencias en la defensa, porque la movilidad del potente Julio Baptista complicó y mucho al mediocampo albiceleste, sobre todo cuando combinó con Robinho y Adriano.
En ese contexto apareció la figura de Roberto Abbondanzieri, primero para taparle un mano a mano a Julio Baptista, de manera espectacular, y luego con una escapada de Robinho al que supo atorar para cerrarle el ángulo de disparo.
No obstante, en Argentina se vieron muchas falencias para crear juego, no así para la recuperación en el medio, donde Mascherano y Gago se mostraron en buena forma para esos menesteres.
Lejos Messi de Riquelme, el delantero Julio Cruz quedó demasiado solo para poder tener alguna chance criteriosa ante el arco defendido por Julio César, y por eso también Argentina perdió peso en los últimos metros del área.
Para la segunda mitad Argentina adelantó unos metros su juego, mostró movilidad en Riquelme y en Messi, para poder pelearle el partido a Brasil en el mediocampo.
Pero también en ese juego de posiciones se vio a un Fernando Gago con mucha clase, bien apoyado por Mascherano y ahí estuvo el termómetro de parte del partido.
El arbitraje del colombiano Oscar Ruiz no fue el deseado, porque cortó demasiado el juego en cada sector del campo, a veces con demasiado celo.
Brasil tuvo su primera chance a los 16, con un tiro libre que Abbondanzieri sacó junto al ángulo superior derecho.
Sobre los 25, Messi elaboró una muy buena jugada individual por la izquierda, tocó para Riquelme, pero el remate del jugador de Boca le llegó mansita a las manos de Julio César.
El ingreso de Sergio Agüero por Julio Cruz fue una apuesta que hizo Basile para ver si podía desnivelar el juego en los últimos metros, pero si bien el delantero del Atlético de Madrid combinó con Messi y Riquelme, el capitán brasileño Lucio estuvo muy acertado en cada intervención.
Gago fue la rueda de auxilio para cada compañero, y mostró la capacidad necesaria para poder asistir a todos y ser el hombre más importante de Argentina.