Ante una Plaza de Mayo colmada de manifestantes, militantes y de funcionarios, la Presidenta instó a los argentinos a "defender la democracia" y pidió a los ruralistas que "liberen las rutas".

"Ustedes me conocen desde antes de ser presidenta y me conocen dando muchas batallas, con mi convicción y defendiendo mis ideas", le dijo la jefa de Estado a la multitud que se reunió frente a la Casa Rosada para respaldar al Gobierno nacional.

Con un discurso encendido, Cristina abogó por la constitución de una Argentina sólida y aseguró que "esta (por la Plaza de Mayo) es una Plaza del amor y de los sueños, no venimos a agraviar", en clara alusión a los ruralistas que desde hace 100 días mantienen un conflicto con el Gobierno por las retenciones móviles.

En este sentido, y en un mensaje directo a los argentinos que protestaron en los barrios con cacerolas, la Presidenta aseguró que "debemos contribuir a construir más democracia y más instituciones porque con las cacerolas no se arreglan los problemas".

"Algunos creen que todo se arregla con cacerolazos, cortes de rutas o bocinazos, pero así no se arregla nada; nos tenemos que dar la tarea sin excepciones a construir más democracia y más institución", sentenció Cristina.

Puntualizó que los argentinos "no queremos más comedia" y abogó por la "responsabilidad institucional y vigencia de la Constitución".

Además, Fernández de Kirchner pidió: "Dejemos de mirarnos el ombligo", ya que "estamos ante una posibilidad única de cambiar la Historia".