A horas del partido ante Brasil se desnudaron diferencias entre los talentos. Messi no aguanta más a Riquelme. Interna por el liderazgo. El peso de Grondona
Por Roberto Aguirre Blanco
Como siempre en el fútbol, el tema forma parte de una usina de rumores que nadie confirma, pero tampoco desmiente. “Es un tema de vestuario adentro”, dicen los testigos privilegiados de una pelea entre dos de los talentos más grandes del fútbol argentino.
El rumor es fuerte. Lionel Messi no aguantaría los aires de divismo del mediocampista de Boca, quien ya se sabe no es una persona fácil y acumula en su currículum tantos goles decisivos como conflictos en su carrera profesional.
Las versiones insisten en que el jueves pasado, previo al encuentro frustrante del seleccionado ante Ecuador, el “Pulga” –que según pudo averiguar Asteriscos.Tv— “no se habla en los entrenamientos con Riquelme”, estuvo a punto de dejar la concentración del equipo nacional.
“Las diferencias llegan desde muy lejos”, dijo una fuente que concurre a los entrenamientos del seleccionado a este portal, y tendrían relación directa con la época en que a los “albicelestes” los dirigía José Pekerman.
En ese plantel, el “mimado” del entrenador era justamente Riquelme, quien se convirtió en el líder y referente del equipo en el período 2004/2006, y especialmente el Mundial de Alemania donde fue capitán.
La fotografía de ese torneo aún esta fresca en la memoria de los hinchas: en el partido decisivo ante Alemania, Riquelme, con andar cansino y “sin pilas” dentro de la cancha, y un Messi ofuscado sentado en el banco de suplentes con cara de “pocos amigos”.
“El Pulga no se lleva bien con casi nadie de los jugadores de la era Pekerman”, reveló la misma fuente, que sí confirmó que el talentoso jugador del Barcelona, a pesar de la diferencia de edad, tiene “buena sintonía” con los mas viejos y experimentados como Javier Zanetti, Juan Sebastián Verón –quien más contiene a Messi y dijo que es tan importante como Riquelmen-- Hernán Crespo, Martín Demichelis y su amigo Sergio Agüero.
La otra versión que también retumbó fuerte en el entorno del seleccionado es el supuesto comentario del presidente de la AFA, Julio Grondona, quien en el vestuario de Argentina el domingo pasado le habría dicho a Messi que el “líder del equipo era él”, muy cerca de los oídos de Riquelme, quien se había enojado por este tema.
Así lo reveló el diario Deportivo Olé, que además publicó una desmentida “a enojo puro” del jefe de la AFA sobre esta versión, que muchas fuentes cercanas al seleccionado confirmaron.
Riquelme no es un hombre fácil. De pocas palabras, asume a los 30 años cierto liderazgo sobre muchos compañeros, en Boca y en la selección.
Sin embargo, a su talento exquisito también se le suma una serie de conflictos que tuvo durante varios pasajes de su rica trayectoria.
Los nombres de Mauricio Macri, Marcelo Bielsa –no jugaba con él en el seleccionado - Manuel Pellegrini (lo excluyó del Villarreal a pesar de ser su máxima figura) y hace pocas semanas choques con otro divo de Boca: Martín Palermo, luego de pelearse en 2007 con Guillermo Barros Schelotto, son parte de ese listado.
En definitiva, esta interna seleccionada no sería más que otra típica situación de renovación interna como sucedió en 1985, cuando Carlos Bilardo le sacó el control del grupo a Daniel Passarella y coronó a Diego Maradona como el nuevo líder.
Y, luego sucedió con la asunción de Diego Simeone en el mundial 1998 y su reemplazo luego por Gabriel Batistuta y Juan Verón en 2002.
¿Se acabará el tiempo de Riquelme y llegará el del “Pulga? ¿Tendrá el carácter necesario para el nuevo rol”? El futuro lo dirá. Ahora, muchachos, la consigna es “pateen todos para el mismo arco”.