Por primera vez desde el 2003, el ex presidente aceptó dar una conferencia. Aseguró que el acto del miércoles no lo hacen contra nadie sino en defensa de la democracia
Como una suerte de aperitivo a la cadena nacional de la Presidenta, esta tarde, el ex mandatario y titular del PJ, Néstor Kirchner, dio su primera conferencia de prensa en mucho tiempo para volver a fustigar la protesta del campo, culpar a las entidades rurales del desabastecimiento y acusarlas de bloquear el diálogo y de practicar una "extorsión".
Todo en el marco de una convocatoria al acto de mañana en la Plaza de Mayo, que incluyó también una fuerte defensa a la gestión de su esposa y nuevas críticas a la prensa.
"Queremos convocar a todos los argentinos al acto de mañana, en defensa del sistema democrático, de las prácticas democráticas, de poder convivir pensando diferente sin caer en el autoritarismo del exhorto, en defensa de la pluralidad de ideas", arrancó Kirchner en el Hotel Panamericano, rodeado de buena parte del Consejo Nacional del PJ, del que es presidente.
Sin embargo, a esta introducción conciliadora, y a un repaso de su mandato, le siguieron fuertes críticas a las entidades rurales. "No nos vamos a dejar extorsionar. Vamos a defender con toda nuestra fuerza a la democracia", dijo. Los ruralistas que encabezan desde hace casi 100 días la protesta contra el nuevo esquema de retenciones móviles a las exportaciones de granos ocuparon buena parte de su discurso.
"Rechazamos terminantemente la imposición de ideas, fundamentalmente por algunos sectores que siguen sin entender qué es la democracia. En la democracia se vota, se elige y después funcionan los poderes", planteó el ex mandatario.
Y lanzó, horas después de los cacerolazos en Capital Federal, el conurbano bonaerense y varios centros urbanos del interior del país: "¿Por qué esta reacción, con procedimientos autoritarios, antidemocráticos? ¿Por qué los medios tan coordinadamente están trabajando? ¿Por qué cuando salen amigos o compañeros que apoyan al gobierno los tildan de patoteros y los otros son señores de la civilidad y la República?".
El ex presidente –con Daniel Scioli a un costado y Julio de Vido al otro- emparentó también algunas aristas de la protesta con la política de derechos humanos de su gestión. Y aseguró que sectores que están en contra de su gestión en la materia "aportan logística" a las manifestaciones. También tuvo un párrafo para el disparador del conflicto con el campo, y ahí intentó una defensa sin fisuras.
Aseguró que las retenciones no son "una medida fiscalista", sino que "tiende a la reconversión productiva y tiende a la distribución del ingreso y a evitar que en la mesa los productos tengan valor internacional".
En algún momento, incluso, el ex mandatario cambió el tono y le puso dramatismo a la decisión, para reforzar la idea de que no se trata de un ítem negociable: "Si se sacan las retenciones se va a perder todo lo que recuperamos en estos seis años".
"Quieren que las cosas no lleguen para generar malhumor en la gente. Quieren que ustedes se pongan mal para usarlos y tirarlos. Hacen el desabastecimiento para eso. Para aflojar las conciencias. Nos hicieron subir los precios, quemaron campos, se murieron más de 10 personas en accidentes. ¿Eso es democrático? Hay que terminar con la hipocresía. Esperamos que recuperen la ecuanimidad", enfatizó.
En esa línea, criticó a los medios en general y mencionó a dos diarios en particular: Clarín y La Nación. "¿Por qué se niegan a informar a la gente de la realidad? Yo sé que algunos dueños de medios son productores importantes, y otros que se ponen nerviosos con la Ley de Radiodifusión. Algunos pueden cortar calles, cortar rutas, insultar a cualquiera porque lo hacen señores que son más blancos que otros y otros que no pueden convocar a un acto porque es una provocación", espetó en un tramo.
Para el final, el ex mandatario reclamó "que nazca una nueva derecha, no esta vieja, desestabilizadora, que vuelve e insiste con las viejas prácticas".