El demócrata afirmó que hay una "conexión natural" con América latina. Dijo que su política exterior incluye a Latinoamérica, a quien visitaría "antes de noviembre"
Barack Obama, el candidato demócrata empeñado en quedarse con la silla tan codiciada de la Casa Blanca, aseguró que si es elegido como presidente de los Estados Unidos, abrirá el diálogo con América latina, sobre todo con Cuba y Venezuela, enemigos íntimos del país del norte, y también apuntó su mirada hacia Brasil. Reveló que podría visitar América del Sur antes de noviembre.
"Hay una conexión natural entre Estados Unidos y América latina", reflexionó Obama, quien aseguró que Hugo Chávez es una "amenaza, pero una amenaza manejable".
En un entrevista con el diario La Nación, el candidato demócrata demostró que si bien nunca piso suelo latinoamericano, tiene una política exterior que incluye a toda la región, en caso de ser elegido para comandar al país del norte. "Iniciaría diálogos con nuestros enemigos en Cuba y Venezuela... Cancelaría las restricciones de viaje a quienes tienen familiares en Cuba... Quiero unirme a países como Brasil para buscar formas más limpias de energía... Aprobé el Tratado de Libre Comercio con Perú, pero me opongo al de Colombia hasta que tenga la confianza de que no están matando ahí a líderes sindicales... Hay que parar este tipo de actividades paramilitares", adelantó Obama.
Consultado sobre la amenaza que parece ser el presidente de Vanezuela, Hugo Chávez para Estados Unidos, Obama reflexionó: "Sí, creo que es una amenaza, pero es una amenaza manejable. Sabemos, por ejemplo, que pudo haber estado involucrado en el apoyo a las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia] y perjudicando a un vecino. Ese no es el tipo de vecino que queremos... Creo que es importante, a través de la Organización de Estados Americanos (OEA) o de las Naciones Unidas (ONU), iniciar sanciones que digan que ese comportamiento no es aceptable. Lo que he dicho es que debemos tener una diplomacia directa con Venezuela... y con todos los países del mundo".
Sobre su relación con los países latinoamericanos, el candidato adelantó que México está entre sus prioridades.
"Es muy importante acercarse al gobierno mexicano, de una manera que esta administración (Bush) no lo ha hecho, para descubrir qué necesitan del otro lado de la frontera para promover el desarrollo económico y la creación de empleos", comentó al diario La Nación. "Más trabajos allá significan menos indocumentados viniendo a Estados Unidos", se sinceró.
En lo que va del año muerieron más de 1000 personas en México a consecuencia de la guerra entre los carteles de las drogas. Obama lo sabe y cree que el consumo en Estados Unidos es, también, parte del problema. "No legalizaría la marihuana", dijo. "Pero sí pienso que tenemos que reducir la cantidad de drogas en Estados Unidos", añadió.
Consultado sobre su floja campaña entre los votantes hispanos, el demócrata lo adjudicó a que su figura entre los latinos no era tan conocida, como sí lo era la de su rival, Hillary Clinton. "Creo que sólo tiene que ver con el hecho de que los latinos me conocen menos a mí que a la senadora Clinton", dijo, a manera de explicación.
También adelantó algunas de las políticas que reformularía si llegara a ser presidente. La construcción del muro de 1000 kilómetros en la frontera con México, aunque fue uno de los que votó por su construcción ("Yo voté para iniciar la construcción del muro en ciertas áreas de la frontera... hay algunas zonas en las que sí tiene sentido y puede salvar vidas", aseguró)y las redadas y deportaciones de indocumentados ("puedo garantizar es una propuesta de reforma migratoria durante el primer año", arriesgó el candidato) están entre sus prioridades, o por lo menos en el discurso que maneja.
Por último, Barack se animó a adelantar que podría viajar a América del Sur: "Me encantaría ir... antes de noviembre", afirmó.