Cristina Kirchner habla este lunes a las 18 en la Casa Rosada.

Se rodeará de gobernadores, el gabinete nacional en pleno, empresarios, banqueros y dirigentes del PJ para relanzar su gobierno intentando dejar atrás el conflicto con el campo.

En realidad, la Presidenta quiere elevarse más allá del propósito de intentar terminar con esa disputa que le opaca su mandato y habrá entonces apelaciones mayores a las glorias que se celebrarán con el Bicentenario. Casi al mismo tiempo en que Alfredo de Angeli anunciaba en Gualeguaychú que los autoconvocados acatarían la orden de las entidades del campo, en el gobierno comenzaron a organizar el pedido de cadena nacional para emitir el discurso de Cristina de Kirchner. No será un acto más en el Salón Blanco con referencias a la crisis del agro: anoche imaginaban en Olivos un mensaje de la Presidente hablándole directamente al país, con toda la pompa que eso exige.

Para darle contenido al discurso ante esos 300 invitados especiales, ayer se reunió en la residencia presidencial el núcleo más cerrado de Cristina de Kirchner. Hasta la noche circularon por la quinta, además de la Presidente y su marido Néstor Kirchner, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, y el ministro de Economía, Carlos Fernández. Más temprano pasaron Aníbal Fernández y Carlos Tomada. Graciela Ocaña y Alicia Kirchner ya habían hechos sus deberes el viernes pasado llevando, como los demás, ideas para darle contenido al mensaje refundador.