De la decepción a la felicidad: un camino de solo 30 días - Asteriscos.Tv
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23 de noviembre de 2024
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De la decepción a la felicidad: un camino de solo 30 días
El 8 de mayo pasado River quedó eliminado de la Copa Libertadores. Fue una profunda crisis. Un mes después es el campeón del fútbol argentino
8 de junio de 2008
Por Roberto Aguirre Blanco

En este mediático fútbol argentino el camino del cadalso al paraíso y viceversa puede ser tan rápido que uno no logra entender la realidad. River no fue la excepción a la regla, y en exactamente 30 días recorrió ese destino del exilio al amor de sus hinchas.

El 8 de mayo pasado, en el estadio Monumental, Rriver quedó eliminado de la Copa Libertadores de América ante san Lorenzo luego de ir ganando 2 a 0, a 25 minutos del final y con dos jugadores de más.

La caída golpeó muy duro en el plantel y en los hinchas que descararon su frustración de cuatro años sin títulos a la sombra de la gloria de Boca, con insultos a la dirigencia y los jugadores.

“Gallinas y cobardes” fueron extrañas expresiones en las voces de los simpatizantes “millonarios” y que se “vayan ya” el grito más utilizado desde el dolor de una eliminación, que parecía no tener un placebo para salir del cuadro del dolor.

Hasta el entrenador Diego Simeone soportó los dardos venenosos de los hinchas que lo acusaron de “estar mucho en la tele” por la participación de su esposa, Carolina Baldini en “Bailando por un Sueño” y criticaron ciertas decisiones tácticas como dejar a Ariel Ortega en el banco de un partido clave.

Días después de la eliminación, cuando River recibió en su estadio a Gimnasia y Esgrima La plata, el plantel fue recibido con lluvia de maíz en una agresión al orgullo propio que sorprendió por parte de los simpatizante de la banda roja.

Poco importaba que el equipo estuviera en los primeros puestos del torneo, pero la derrota la fecha anterior ante Boca y la eliminación de la Copa generó el desamor entre seguidores y equipo.

Sumado a eso salió un referente del equipo, el volante Oscar Ahumada, a sostener que la hinchada no “apoyaba” y que cuando perdía “ la de Boca no deja de alentar mientras la nuestra se queda callada”.

Ese comentario desató que tanto el mediocampista como el arquero Juan Carrizo fueran los blancos de la bronca de lo hinchas , además que directivos del club reclamaran la expulsión de Ahumada de la entidad.

En ese clima enrarecido, Simeone pidió calma puertas adentro, apeló al orgullo de sus jugadores y fueron por la revancha que se materializó en un cierre de campeonato fantástico: con cuatro triunfos (Gimnasia y Esgrima, Huracán Colón y Olimpo) y un empate (Independiente) que lo depositó en el nuevo título.

Un mes exacto después, este 8 de junio, el Monumental estalló en festejo y fuegos de artificio, sepultando en un tiempo tan breve lo ocurrido 30 días antes y posteriores. Los desterrados fueron aplaudidos y festejados. Y, el hincha, salió a pegar afiches de alegría que mañana inundarán la ciudad.

“Este fue el triunfo del grupo, del amor propio, del convencimiento del objetivo. En los equipos no importan tanto las individualidades como que todos tengan claro lo que queremos, y este grupo lo tuvo en la derrota y en la victoria”, definió Simeone con la claridad que explica casi todo.