Los autos que circulan por la Ciudad de Buenos Aires son muchísimos, y el mal humor generalizado por las calles colapsadas, accidentes, embotellamientos es cada vez peor. Teniendo estos hechos como atenuantes, el Gobierno porteño librará medidas para "desalentar" el uso de autos por las calles porteñas.

Entre las medidas que ya salieron a la luz están la eliminación de lugares para el estacionamiento, más agentes de tránsito para controlar infracciones y la vuelta de una herramienta polémica: las fotomultas.

Desde el Gobierno porteño, adelantaron que el objetivo es declararle la guerra al auto" con un plan que tiene tres objetivos: más control, menos espacio para los autos particulares y mejoras para el transporte público.

Respecto de las fotomultas, que se suspendieron a principios de este año, el gobierno impondrá una restricción: en la nueva licitación o en la prórroga de los actuales contratos se exigirá a las concesionarias que el 50 por ciento de las faltas que detecten sean graves, tales como la violación de la luz roja o el exceso de velocidad. Mientras estuvo vigente, el 80% de las multas fotográficas fueron por mal estacionamiento, que es una falta leve.

El segundo eje del plan es desalentar el uso del auto particular, principalmente en el Micro y Macrocentro. El tercer objetivo es el incentivo del transporte público, o sea, incluir en más avenidas carriles preferenciales para colectivos y taxis ocupados, como los que ya funcionan en tramos de Pueyrredón, Callao, Entre Ríos y Córdoba.

Estas medidas ya generan más de una polémica, debido a que en muchos casos los contratos con empresas que se encargan de tercerizar algunas de estas acciones, como el acarreo de autos, están vencidos, por lo que el Gobierno porteño debería llamar nuevamente a licitación.