Así apuró el ministro del Interior, Florencio Randazzo, a las entidades rurales. Además, las acusó de hacer planteos "antidemocráticos" frente al conflicto
La primera reacción del Gobierno a la nueva etapa del conflicto con el campo no tardó en llegar. Y lo hizo a través del ministro del Interior, Florencio Randazzo que, con ironía, reforzó la embestida oficial contra los ruralistas, que ayer decidieron extender el paro a la comercialización de granos hasta el próximo lunes.
"Si los productores agropecuarios quieren eso, lo que deberían hacer es ir a las elecciones, como en cualquier país democrático", ironizó Randazzo, contéstandole así al presidente de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, que ayer volvió a lanzar duras críticas a la Casa Rosada y a pedir un cambio de rumbo en el Gobierno de Cristina Kirchner durante un acto en Armstrong.
Además, aseguró que mientras siga la protesta del campo, las negociaciones entre ambos sectores quedarán congeladas. "No existe la menor duda que lo que están discutiendo es un exceso de rentabilidad, están defendiendo los pooles de siembra", se quejó; "no estamos dispuestos a dialogar en esas condiciones, dure lo que dure la huelga. Es un planteo antidemocrático", embistió.
Por último, en declaraciones a TN, volvió a criticar la rentabilidad que les atribuyó a los grandes productores. "Realmente es injusto acusar a este Gobierno de anticampo; lo que nosotros no podemos hacer es aceptar un planteo de una exigencia sectorial de un sector que está discutiendo hiper rentabilidad por encima del interés general", se quejó.