Otra vez, Cristina Kirchner evitó cualquier tipo de referencia al conflicto más serio de su corto período de Gobierno, la pelea con el campo y optó, en cambio, por hacer alusiones más elípticas.

Desde la Casa Rosada, donde encabezó un acto de firma de convenios de obras para la provincia de Entre Ríos, la Presidenta ensayó una fuerte defensa del modelo económico y pidió "responsabilidad" a los sectores privados.

"La responsabilidad de promover un país diferente no es sólo del Gobierno. Quienes poseen capital y riqueza tienen la responsabilidad social de generar trabajo. Este es el modelo de responsabilidad social que impera en las sociedades desarrolladas", señaló la jefa del Estado.

En este contexto, invocó "la responsabilidad que cada uno de los sectores tiene en el desarrollo del modelo" y añadió: "La vida los colocó en lugar de empresarios y dirigentes y tienen que colaborar".

La Presidenta evitó cualquier alusión al retoque al sistema de retenciones que el Gobierno anunció anoche y que ya fue rechazado por las entidades del agro que siguen adelante con el paro que retomaron anteayer.

Redistribución. Aprovechó la excusa de la convocatoria, la puesta en marcha de un programa para la construcción de alrededor de 250 obras viales, hídricas, energéticas, portuarias y de saneamiento en Entre Ríos, para volver a defender la política de "redistribución" del ingreso que, afirmó, impulsa el Gobierno.

"Muchas veces se plantea en qué se gastan los recursos del Estado: en estas cosas. (...) Federalizar la construccion de obras ayuda a la redistribución de ingresos", aseguró.

Además, dedicó un guiño al gobernador Sergio Uribarri, uno de los más férreos defensores de la postura oficial en el conflicto con el campo.

"Amigo gobernador", le dijo.