El estadio de Avellaneda fue el escenario elegido por los dirigentes para que el equipo dispute el partido de ida por las semifinales de la Copa, con la Bombonera suspendida
El estadio de Avellaneda fue el escenario elegido por los dirigentes de Boca para que el equipo dispute el partido de ida por las semifinales de la Copa, debido a que la Bombonera se encuentra suspendida tras los incidentes contra Cruzeiro.
El próximo rival de Boca será el Fluminense, que eliminó a San Pablo en un vibrante duelo entre conjuntos brasileños.
La Bombonera fue clausurada para partidos internacionales por la Conmebol, debido a la agresión sufrida por el juez de línea Pablo Fandiño, en los últimos minutos del encuentro ante Cruzeiro, por los octavos de final del certamen.
Ante los mexicanos, el conjunto xeneize actuó como local en la cancha de Vélez, pero los resultados -tanto en lo organizativo, como en lo deportivo- no fueron los esperados.