El cuestionado Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) aseguró este miércoles que el índice de pobreza bajó, al término del primer trimestre del año, a 20,6 por ciento de la población, por debajo de 23,4 por ciento de igual período de 2007.

Según el organismo oficial, dentro de este 20,6 por ciento, hay 5,9 por ciento de indigentes, por debajo del 8,2 por ciento que se registraba entre enero y marzo de 2007.

Estas bajas en los índices de pobreza e indigencia se dan, curiosamente, en momentos en que la Iglesia sale a cruzar al Gobierno tras asegurar, en boca del jefe de la Pastoral Social de la Iglesia, Jorge Casaretto, que "está aumentando la pobreza".

Justamente, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, contestó las acusaciones de Casaretto y consideró "poco serio medir la pobreza por los que ocasionalmente puedan acercarse a una iglesia a pedir ayuda".

Además, sostuvo que "la disminución de la pobreza y el desempleo son una realidad objetiva y concreta que es percibida por el conjunto de los argentinos", en relación a los "números" que maneja el Indec.

"Valoramos la preocupación de la Iglesia por los más pobres, pero nos sorprenden las declaraciones de Casaretto, que llamativamente coinciden con la posición de aquellos sectores que sólo alimentan expectativas inflacionarias. Quienes trabajan codo a codo con los sectores más humildes no deben ser funcionales a los intereses de quienes atentan contra el bolsillo de los que menos tienen", cuestionó el funcionario.

Pero no fue el único que salió a cruzar las declaraciones de Casaretto. Por su parte, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, dijo que no le parece "serio hablar de percepciones, hay que hablar de realidades".

"Disiento con las apreciaciones formuladas por monseñor Jorge Casaretto, porque una percepción es una visión sesgada, por lo cual no me parece prudente hablar de mis percepciones ni tampoco de las de monseñor", dijo Alicia Kirchner, en un comunicado.